En Francia es un tema sensible, porque los Juegos son en París.
También marcó Brahim, que se nos va con Marruecos tras años de insistencia de aquel país.
Mañana habrá tres españoles entre los ocho del bombo de cuartos. Que Dios reparta suerte.
Cuatro años llevaba el Barça ausente de los cuartos en la Champions. Ya está de vuelta.
El Barça tiene un boquete en el medio campo, con De Jong, Pedri y Gavi fuera de concurso.
Por fortuna, rectificó al descanso sacando a Rodrygo y el equipo tuvo vida para marcar un gol.
La Real cayó ante un equipo grande, sirva de consuelo. Y cayó con grandeza, sin rendirse.
Calendario aparte, no me gusta que se elimine el suave descenso a la Europa League.
Con tanto recoveco siniestro, el fútbol queda cada vez más en posesión de los árbitros.
Gran noche copera en San Mamés, aunque ensuciada por un cochambroso prólogo.
Me irrita que el VAR hile tan fino en jugadas así y en fueras de juego por el pelo de una gamba.
El Nápoles, urgido por la necesidad, mejoró con los cambios, fue arriba y metió mucho balón alto.
A ese descalzaperros se enfrenta el Barça, que frente a esas convulsiones parece una laguna suiza.
Todo un hueso para el Atlético, al que, sin embargo, hoy como siempre creemos capaz de todo.
Al Madrid le faltó entusiasmo e inspiración (suelen ir unidos) para imponerse y al Rayo un puntito de finura en los tramos finales.
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