El Barcelona llegaba al sorteo sin temer a nadie, pero dentro del vestuario y en el ánimo de la afición, el conjunto romano era el favorito como rival.
No sólo no quiere que vuelva Neymar, es más, ya le ve jugando blanco. Se toma este interín de tiempo que pasa en comisión de servicio en el París Saint-Germain...
Ha tenido que aparecer el inefable Mateu Lahoz con el penalti “invisible” en palabras del técnico blaugrana Ernesto Valverde el para poner fin a la racha de los culés.
Para todos los niños culés de mi generación, Quini era como ese Scalextric que cada año pedías a los Reyes Magos y nunca llegaba.
Afronta Ernesto Valverde una de las semanas que los medios de comunicación acostumbramos, en un alarde de grandilocuencia, a calificar con adjetivos enormes.
Página112