Ha tenido que aparecer el inefable Mateu Lahoz con el penalti “invisible” en palabras del técnico blaugrana Ernesto Valverde el para poner fin a la racha de los culés.
Para todos los niños culés de mi generación, Quini era como ese Scalextric que cada año pedías a los Reyes Magos y nunca llegaba.
Afronta Ernesto Valverde una de las semanas que los medios de comunicación acostumbramos, en un alarde de grandilocuencia, a calificar con adjetivos enormes.
A finales de febrero, las cartas ya están sobre la mesa. No se esperan sorpresas en lo que al estilo del Barça se refiere.
Ni Messi ni el Barça pueden faltar en el próximo sorteo de la Champions. Dijo ayer Piqué que las expectativas son buenas, pero que hay que ir con “pies de plomo”.
Barcelona, 1910. Campo de la calle Indústria. Casi todos los espectadores son señores con sombrero, bigote y gabán. ¿Todos? No.
Página112