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LOS ERRORES DEL CHOLO

Los pecados de Simeone en el derbi capital de la Champions

Simeone no tuvo su día. Falló en el once, en el planteamiento, en la dirección de equipo y en los cambios. Tras siete derbis seguidos sin perder, cayó en el más importante del curso.

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Los pecados de Simeone en el derbi capital de la Champions
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Cambio de Griezmann. Simeone sorprendió al sacar del partido a Griezmann en el minuto 65. El futbolista francés era el rojiblanco que más en forma llegaba a la eliminatoria. Esta temporada suma ya 23 goles siendo el mejor registro de su carrera deportiva. Llegaba en racha tras haber marcado seis goles en los últimos cuatro partidos de Liga y ya se muestra adaptado al rol de delantero que le pidió el míster desde principio de temporada. Griezmann es el jugador que más veces ha sustituido Simeone esta temporada: veintisiete. Es cierto que el francés no había entrado demasiado en el juego, pero la poca fluidez rojiblanca y los escasos acercamientos al área madridista por parte de los atléticos hicieron que el atacante no tuviera ocasiones de gol. Cuando todos esperaban una sustitución más ofensiva que diera a los rojiblancos una oportunidad de marcar gol en campo contrario y posicionar la eliminatoria hacia su lado, el técnico rojiblanco hizo que Raúl García saltase al césped en el lugar del francés. Así, los colchoneros perdieron velocidad arriba. Al navarro le costó entrar en el trepidante ritmo del encuentro y se perdió en batallas con Ramos y otros futbolistas del Madrid. Griezmann se marchó serio al banquillo y el Cholo le dedicó una palmada para consolarle por haber salido del campo en aquel momento.

Con Mandzukic a toda costa. El croata jugó los noventa minutos en los dos encuentros frente al Madrid correspondientes a los cuartos de final de la Champions. “Es determinante para nosotros”. El Cholo ha confiado a ciegas en el delantero a pesar de que no ha realizado ni un tiro en los dos encuentros. Llegaba tocado de su tobillo y en los dos choques ha demostrado molestias durante el juego. Sin embargo, el entrenador colchonero decidió no retirarle del campo y mantenerle a pesar de que no parecía estar al cien por cien. Durante los dos partidos se peleó con los defensas del Madrid, especialmente con Sergio Ramos. Sobre todo, estuvo muy activo en los duelos aéreos. Sin embargo, apenas creó peligro para la portería de Casillas. En los pocos balones que pudo bajar estuvo muy solo ya que al equipo le costaba salir. En la ida, Griezmann o Mario Suárez le mandaron algún balón en largo, pero la velocidad punta no es el fuerte de Mandzukic y siempre acababa perdiendo o no llegando al balón. Ramos o Varane le superaban en carrera en las jugadas a la espalda de los centrales blancos. En la vuelta, ante el Madrid, no tuvo ni opción a perseguir esos balones. Además, en los dos encuentros se mostró renqueante de su tenosinovitis en el tobillo derecho. En los dos encuentros tuvo que ser atendido y parecía que podía salir del campo. Finalmente, completó los 180 minutos de la ronda de cuartos.

Ninguneó a Torres. En la eliminatoria sólo ha jugado los siete minutos de los que dispuso en la ida disputada en el Calderón. En el tramo final del choque de vuelta, con el Madrid tratando de conseguir el 1-0, se preveía que El Niño pudiera salir para jugar a la contra. Sin embargo, el Cholo no consideró adecuada la entrada de Torres. En el tercer cambio colchonero, ya con diez sobre el césped, hizo una sustitución que nadie esperaba. Colocó a un tercer central como Giménez sacando a Tiago del rectángulo de juego. Muchos esperaban que Torres entrase por Mandzukic en los últimos minutos y repitiese los buenos momentos de la ida, en el que metió miedo al Madrid con su velocidad y fuerza, a pesar de que estuvo poco tiempo en el césped. El máximo responsable del banquillo colchonero argumentó tras el choque que Tiago estaba fundido y que por eso fue cambiado por el central uruguayo. Poco después de esta sustitución, una combinación de James, Cristiano y Chicharito significó el gol que sentenciaba la eliminatoria a favor del conjunto madridista.

Caprichos de invierno. Simeone pidió expresamente la llegada de Torres. No pudo aterrizar en verano, pero la oportunidad se dio en el mercado invernal y finalmente regresó a casa. Llegó creando un efecto muy bueno. Los aficionados estaban encantados. El Calderón se llenó el día de su presentación. En sus primeras participaciones hizo dos goles en el Bernabéu y otro al Barcelona en el Calderón. En los choques importantes de Champions no ha contado demasiado y el efecto Torres lo mitigó extrañamente el propio Cholo. Cani, otro fichaje que llegó en enero, apenas ha tenido minutos. Llegó para dar aire a Arda o Koke, pero cuando éste estuvo casi un mes lesionado, el míster se decantó por jugadores de diferente corte. Tuvo su oportunidad en la vuelta de octavos de final de la Copa de Europa. La pasada campaña también ocurrió lo mismo con Diego Ribas, petición expresa del argentino que acabó por no contar. Nada más llegar jugó de titular en Chamartín en Copa, pero no le sacó ni un minuto en la final de Lisboa.

Titularidad de Saúl. El canterano fue titular, pero no se encontró a gusto en ningún momento del encuentro. Ya había sido titular ante el Madrid en la Supercopa y cuajó un buen partido en Liga ante los blancos, donde marcó de chilena en el 4-0 que endosaron los atléticos a los de Ancelotti. Sin embargo, en el último partido de Champions, Saúl fue un manojo de nervios. Cada vez que intentaba algo no le salía. Tuvo tres pérdidas de balón que propiciaron peligro de los madridistas contra Oblak. Simeone, desde la banda, le intentaba corregir tras esos lances, pero le puso más nervioso. Le cambió por Gabi en el descanso. El capitán no ha jugado al nivel de la campaña pasada, donde estuvo espectacular, pero sigue rindiendo a buen nivel. Por tanto, extrañó en el vestuario que uno de los hombres fuertes del grupo, la extensión del propio Simeone dentro del campo, no fuera de la partida en un duelo de tal relevancia para la entidad del Manzanares. Ayer se vio a Gabi con gesto serio en el Cerro del Espino.

Ultradefensivo. También sorprendió que el equipo estuviera situado tan atrás durante toda la eliminatoria. El planteamiento era el de aguantar y tratar de coger al Madrid en una contra. Sin embargo, no hubo opción a contragolpe porque los jugadores blancos recuperaban muy fácil el balón. Cuando algún jugador del Atleti trataba de salir los compañeros estaban demasiado retrasados y sólo quedaba la opción del pelotazo o perder la pelota en medio campo a manos de los centrocampistas merengues. En los últimos cuatro partidos de Champions, el Atleti ha tenido problemas para hacer gol. En 390 minutos, las dos rondas más la prórroga de octavos ante el Leverkusen, tan sólo Mario Suárez logró perforar la portería rival.

Renovación sin su equipo. También fue extraño que Simeone firmase su contrato hasta 2020 y se fuese a Argentina de vacaciones sin haber finiquitado las mejoras de sus hombres de confianza: Óscar Ortega y Germán Burgos. El Profe Ortega ni siquiera acudió al acto de firma del acuerdo ni se hizo la foto de grupo. Entre los jugadores ha chirriado esta situación ya que dentro del vestuario el Cholo siempre predica la importancia del equipo por encima de las individualidades. Ortega y Burgos ya han alcanzado un acuerdo para renovar hasta 2020 a falta de firmar sus contratos.

No volvió en el autocar. Otro asunto fuera de lo común fue que Simeone no regresara ayer al Cerro del Espino con el resto de la plantilla en el autobús del equipo rojiblanco. El Cholo decidió irse en un coche particular, junto al preparador de porteros y su asesor de prensa, a cenar a De María de Félix Boix, restaurante próximo al Bernabéu. Según fuentes cercanas al Cholo, esta es una práctica habitual de Simeone tras los partidos frente al Madrid en el feudo blanco. Sin embargo, tras quedarse fuera de las semifinales de Champions, su ausencia fue muy simbólica, aún más tras la charla en la que habló de unidad que dio al equipo en el vestuario visitante del Bernabéu después del partido. Tras una derrota, el general debe regresar a casa con los soldados. Son códigos.