Pues bien, según parece la EPO estaba en el equipo italiano, precisamente, porque ayer mismo la federación transalpina suspendió al maratoniano Roberto Barbi al detectársele un nivel de hematocrito (porcentaje de glóbulos rojos en la sangre) superior al considerado como legal.
Por sorpresa
Los análisis de sangre y orina fueron realizados por sorpresa en Edmonton por la Federación Internacional al margen de la competición. Barbi se clasificó en el puesto sesenta de la clasificación de los 42.195 metros, con un tiempo muy mediocre de 2h 35:55. La EPO ni siquiera le sirvió para destacar.
La suspensión de Barbi es cautelar, a la espera de que un nuevo análisis la confirme o desmienta. Barbi tiene 36 años y fue campeón de Italia en 1999 y 2000. Los controles de EPO se están introduciendo paulatinamente en el mundo del atletismo, a imagen y semejanza de lo que ocurre en el ciclismo.
Esta misma temporada la mediofondista rusa Olga Yegorova dio positivo en un control hecho en París a iniciativa del gobierno francés, pero la IAAF lo anuló por defectos de forma. En los Mundiales ganó en 5.000 metros, por delante de Marta Domínguez.
En Edmonton, Italia fue medalla de bronce por equipos en la Copa del Mundo de maratón, pero Barbi fue el cuarto italiano y no influyó en la clasificación, ya que puntuaban sólo los tres mejores de cada país.
