LA DESPEDIDA DEL NIÑO

éibar-atlético

LA DESPEDIDA DEL NIÑO

LA DESPEDIDA DEL NIÑO

AITOR MARTÍN

Ante el Éibar tendrá una bonita ocasión para enseñar sus habilidades en un campo que es la auténtica catedral de la Segunda División.

Luis Aragonés ha insistido a lo largo de la semana en que, para ganar al Éibar, sus jugadores se tienen que poner el mono de trabajo. No vale para nada la bonita exhibición realizada ante el Jaén. Ahora es el momento de demostrar que es un equipo que sabe y que quiere.

Enfrente va a tener al rey de la categoría. El Éibar es el más veterano de Segunda, con trece años seguidos jugando en la misma y sabiendo explotar al máximo todas las virtudes de un fútbol racial, que ha convertido Ipurúa en un terreno poco menos que inaccesible para los visitantes. El año pasado los rojiblancos empezaron a perder gran parte del tren del ascenso al salir derrotados por 2-1.

El pez grande va a intentar que no le coma el chico. Se enfrentan los dos polos opuestos de la categoría. En el único apartado en el que el Éibar gana de momento al Atlético es en las caras nuevas. Los de Ziarreta han hecho cerca de veinte fichajes y remodelado completamente la plantilla, mientras que el Atlético tiene trece caras nuevas. Todo indica que el equipo rojiblanco es favorito, pero no se tiene que olvidar que al Éibar, en las dos últimas temporadas, ninguno de los grandes le ha sabido meter el diente.

La presión va a ser decisiva para el resultado final. El Éibar muerde desde el primer minuto y hace un fútbol a la inglesa, en el que el contacto físico y el dominio del juego aéreo son fundamentales para sus intereses. Luis ha utilizado como antídoto a lo largo de la semana el control del balón, abrir el campo lo máximo posible y, sobre todo, jugar con una defensa adelantada que le impida al Éibar sus pelotazos largos. Si el Atlético sale victorioso, habrá confirmado que este año va por el camino recto y se ha olvidado de todas las tonterías.