Los integrantes de la selección española aparecieron triunfales pasadas las 12 de la mañana en la terminal uno del aeropuerto de Barajas (Madrid). Una multitud de viajeros, aficionados y medios de comunicación (unas 200 personas) vitorearon a la selección por regresar del Eurobasket con el bronce al cuello. Acababa de aterrizar procedente de Estambul, donde vivió una noche grande, de celebración y jolgorio. Los niños de oro ya están graduados.

"Nos hartaba que nos siguieran llamando júniors", asegura Juan Carlos Navarro. "Ahora ya son séniors de oro", sentencia Lucio Angulo. El madridista, precisamente, era uno de los más afectados por la fiesta de la noche anterior: "Llevo gafas de sol para disimular el cansancio... de los partidos (entre risas). Scariolo ha sido benévolo y nos ha dado seis días de descanso y yo me los voy a pasar durmiendo".

Imbroda aportó la clave para el futuro: "Ahora debemos mantenernos arriba". "Hay que arañar protagonismo al fútbol, aunque es complicado", añadió Lucio.

El consenso era total al hablar del futuro de Pau Gasol: "Ya es de los grandes de Europa" (Rodríguez), "sus opciones de triunfar en EEUU son enormes, es la hos..." (Raúl) o "soporta la presión como nadie y en la NBA jugará a gran nivel" (Lucio).

La anécdota la protagonizó Nacho Rodríguez, que en la vorágine del recibimiento dio su billete como un autógrafo más. Ahí voló su puente aéreo a Barcelona.