"La noticia de los atentados terroristas me ha dejado muy frío. Se me pone la piel de gallina. Todos queremos vivir bien... En Colombia también pasan cosas... no sé... Ante una cosa así, no se puede decir mucho. Me dan ganas de llorar. Es un horror. Soy feliz por mi maillot amarillo, pero esto... Hoy tengo que defenderlo en los Lagos de Covadonga y ahí ya sabré si puedo tener opciones de conservarlo hasta Madrid. De momento ha sido un bonito premio, sobre todo después de la desilusión que supuso perder el liderato por un segundo en la cronoj. Ser líder de la Vuelta es un sueño, porque es una de las grandes carreras del mundo".