Tercer test liguero para el campeón

Primera | Betis-Real Madrid

Tercer test liguero para el campeón

Tercer test liguero para el campeón

ÁNGEL MARTÍNEZ

Del Bosque introducirá cambios ante el Betis, que se aferra a Denilson

Quizás la lección de Roma obligue a rectificar al mismísimo Del Bosque sobre su básico concepto táctico del 4-2-3-1. Lo venimos anunciando en AS desde el miércoles y todo apunta a que el retorno de Zinedine Zidane a la alineación provocará una revolución en la pizarra del Madrid ante el Betis, esta noche en el Ruiz de Lopera.

Si son referenciales las pruebas del entrenamiento celebrado ayer, el conjunto blanco mantendrá el 4-4-2 del Olímpico romano, aunque aparentemente con la grandísima novedad de prescindir de Makelele y Flavio en beneficio de Celades y el propio crack francés. Esta medida urgente de volatilizar a los dos jugadores del doble pivote resulta complicada de creer sin poner en cuarentena.

El marcador y el fenomenal juego mostrado por el Madrid en Roma obligan a Del Bosque a seguir un camino táctico elemental. Si Zidane es intocable e indiscutible, el equipo habrá de moverse como un acordeón y nada más sencillo que optar por un rombo en la medular, con dos puntas y dos carrileros. Hacer otra cosa es jugar con fuego, como quedó demostrado ante Valencia y Málaga. Frente al Betis, los blancos necesitan amarrar puntos, sin frivolidades, plantándose muy armados y equilibrados en un escenario complicadísimo. Y es el día D para que Zizou hable con el balón. Para zanjar de una vez su estrés, para liquidar el debate sobre su aportación al conjunto.

El Betis de Denilson va a apretar más que el Roma de Capello. Y Del Bosque está sobre aviso. Por eso maneja la entrada en la alineación de Geremi para torpedear al brasileño, y de Iván Campo, para controlar el esperado juego aéreo donde pescará Casas. Los hombres de Juande Ramos pueden hacerlo bonito, pero lo que más necesitan es tensión para robarle el balón al Madrid. El pulso en el centro del campo será básico. Tanto como en los carriles, donde Fernández va a tener noventa minutos difíciles con Figo, el jugador más en forma del Madrid.