"Desorden defensivo”. Esta es la acusación más utilizada entre los cronistas especializados para resumir la razón de la derrota del Madrid ante el Betis. El equipo se descompuso del centro del campo hacia atrás. No sólo es responsabilidad de la primera línea de cuatro. También el rombo formado por Figo, Celades, Zidane y Macca perdió el dibujo y con ello la compostura en el peor momento, cuando el Betis achuchó con el 2-1 en el marcador.

La evidencia fue que la táctica no resistió por quebradiza. Mientras duró la concentración, el equipo funcionó con éxito. Es decir, hasta el minuto 50 de partido. Pero Celades fue perdiendo presencia y metros de campo, si es que en algún momento del choque los tuvo. Zidane se enredó en batallas perdidas ofuscado por su incomunicación con los inoperantes Raúl y Guti.

Este enredo dejó muy al aire a la defensa. Iván Campo volvió a ser el central irregular de siempre, con cosas muy buenas y despistes muy malos. Hierro no se pareció en nada al gigante de Roma. Geremi es todo voluntad y nada de efectividad y Roberto Carlos ejerció de extremo el día que tenía que ser más lateral que nunca. Un auténtico lío.

Primer gol. Suficiencia y nula tensión en defensa

La suficiencia mata muchas veces al Madrid. El primer gol llegó por una falta de tensión evidente en Iván Campo. Pero también por la escasa contundencia de Hierro para reducir a Casas. Y, por extensión, las garantías de César en un mano a mano no son las mismas que las que ofrece Casillas. El lapsus imperdonable, no obstante, es de Campo, quien se jugaba mucho al suplir a Karanka y con este toque agranda la leyenda de que a veces es temerario con sus acciones.

Segundo gol. Figo se lía y el desorden es absoluto

En este gol queda clara la mala disposición del rombo. Cuando Figo pierde, el Madrid está caído hacia la izquierda. Nadie sabe por qué Celades y Campo salen a por Joaquín, cuando está casi pegado al carril derecho del Betis. Aquello era tarea de Macca o de un Zidane que debe aplicarse más en el robo. El francés ha de aportar más en zonas destructivas para jugar con un único acompañante. Después Hierro estaba indefenso con un hombre encarando en velocidad.

Tercer gol. Otro balón regalado

Si quedó en evidencia la capacidad defensiva del Madrid ante el Betis, no se puede dejar de subrayar la mala puntería del equipo ante la portería contraria. Lleva dos goles en Liga. El primero, de Roberto Carlos en falta ante el Málaga, en colaboración con un defensa rival. El segundo, de Zidane en Sevilla, apareciendo desde atrás. El Madrid echa en falta la capacidad de Raúl o de Guti (en audencia del lesionado Morientes) para ver portería. Raúl estuvo especialmente desafortunado en el Ruiz de Lopera y necesita romper esta sequía con concentración y ahínco. No hay otro nueve, no hay fichajes del exterior para marcar goles. Hay un problema de pegada..