Rossi se pone una cláusula antitabaco

Motociclismo | Aprilia

Rossi se pone una cláusula antitabaco

Rossi se pone una cláusula antitabaco

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Si Aprilia le fichase y su moto llevara la publicidad de MS, cobraría 1.800 millones más para la lucha contra el cáncer.

A la espera de que se haga oficial el fichaje de Álex Crivillé por Aprilia, independientemente de que Repsol sea su compañero de viaje según ha dicho el mánager del piloto español, en Cheste se supo que la fábrica de Noale está loca por recuperar a Valentino Rossi. El italiano ya ha ganado dos títulos para esta marca con anterioridad y la respuesta que ha dado a los mensajeros de Ivano Beggio (presidente de la marca) ha sido tan sorprendente como solidaria. El Doctor pide 1.800 millones de pesetas de ficha y otros tantos para donarlos a la lucha contra el cáncer si el patrocinador que aparece en sus motos es una marca del mundo del tabaco.

El líder de la categoría reina del Mundial es un defensor a ultranza de la regla antitabaco. Ya en 1998, cuando dio el salto a 250cc nada más proclamarse campeón del mundo de 125cc, obligó a la firma italiana a cambiar el patrocinador que por aquel entonces vestía los carenados de sus motos (Chesterfield).

Suráfrica le marcó

Esta misma temporada, durante el GP de Suráfrica, él y Kenny Roberts atendieron a un grupo de chavales con cáncer y al Doctor se le vio especialmente sensibilizado. Cuando llegó su turno de hablar en aquel acto prefirió hacerlo en italiano y que otro tradujera al inglés sus palabras porque, para él, eso era "un asunto demasiado serio como para equivocarse con lo que se dice por no conocer a la perfección el idioma".

Se trata de un acto que honra a Valentino, conocedor de que el principal patrocinador hoy de Aprilia es la tabaquera MS, pero difícil de llegar a buen puerto. El mayor impedimento que encuentra Rossi para volver ahora mismo a su antigua casa es la inseguridad que le da firmar por subirse a una moto que aún no está finalizada, la nueva 4T de Aprilia. De hecho, las exigencias económicas a sus compatriotas son el doble de las que les ha pedido a los japoneses (900 millones por temporada).

Sin embargo, lo que tampoco está dispuesto a hacer el de la moto número 46 es hipotecar su futuro a Honda, que quiere renovarle por tres años. Una política inusual en HRC hasta en los tiempos de Doohan, al que le renovaban de año en año. Además, Rossi quiere reservarse el derecho a decidir él y no la fábrica si pilotará la actual dos tiempos con la que se va a proclamar campeón o la nueva V5 de cuatro tiempos. Lo más probable es que en Japón acepten sus condiciones, firme por dos años y estudie su regreso a Aprilia en 2004.