Después de comprobar por segundo año consecutivo como Honda se olvida por completo de Álex Crivillé en su museo en el circuito de Motegi (no hay una sola referencia hacia su título ni está expuesta su moto campeona del mundo), el español hizo ayer una confesión increíble que obliga a volver a hablar de él: "Honda me hace chantaje".
Su clasificación para la carrera fue mala y el ambiente que se respira en su box es insoportable: "Estoy peleando con todo y además estoy tocado físicamente. Aquí hay mucha gente pensando más en el próximo año que en lo que queda. La situación no está para tirar cohetes. Aquí Honda me ha vuelto a decir que si me retiro ahora me darán la moto con la que gané el Mundial, y si no lo hago no lo harán. Esto es un chantaje. Teníamos un acuerdo verbal, pero si me voy a otra marca dentro de tres o cuatro años igual no me la regalan. Esto mismo le pasó a Biaggi".
Fuera del museo
Esa Honda de Max Biaggi está expuesta en el museo del circuito, algo que no ocurre con la de Crivillé. "Me gustaría que mi moto campeona también estuviera allí. La tienen que poner algún día, pero no puedo ir yo y ponerla", dice. Para el de Seva cosas como estas son importantes: "A ellos no les apetece verme con otra marca, pero yo haré lo que más me apetezca. Esto de no querer darme la moto está en segundo plano, aunque para mí representa mucho".
Y las dudas sobre su futuro, del que ya habló ayer, hacen que la palabra retirada vuelva a formar parte de sus opciones, cuando antes estaba totalmente descartada: "Con Aprilia no se ha dado un paso atrás, pero la cosa está estancada por una cuestión de patrocinadores. Nosotros ya hemos hablado sobre el equipo, de cuestiones técnicas como neumáticos, suspensiones y ellos dicen que el motor está casi listo. Por mí podría cerrar el contrato ya, pero está ligado al patrocinio. Si no saliese esto cabe la posibilidad de colgar el mono, pero no me quedaré en casa porque me encanta este mundo. Me apetece seguir corriendo y tampoco estoy pidiendo un dineral por hacerlo, porque ya lo gané cuando fui campeón del mundo. Pero hay unos mínimos lógicos que son los que quiero mantener".
Quedan cuatro carreras para acabar la temporada y Crivillé sabe que le pueden hacer la vida imposible: "Estos detalles te hacen dudar y pensar que hay muchos intereses para que ahora gane Rossi. Esto es así. Pero a mí no me dan lo que yo quiero y tampoco quieren verme con otra marca. No es inteligente por su parte".
