El mercado de pilotos del Mundial de rallys entra en efervescencia. El primero en mover ficha ha sido Richard Burns, que ha firmado con Peugeot para los dos próximos años. Subaru se ha quedado por tanto sin primer espada, y por ello están persiguiendo a Carlos Sainz y a Tommi Makinen para cubrir la baja.
Aún no se ha hecho oficial, pero el acuerdo entre Burns y Peugeot es una realidad. Por ello Subaru ha entrado en contacto con Sainz y Makinen, aunque ambos están a punto de renovar con sus actuales equipos, Ford y Mitsubishi. En el caso de Carlos parece inminente, y en el del finlandés puede que se retrase un poco, ya que quiere ver si el nuevo Lancer es competitivo.
En cualquier caso Subaru necesita un gran piloto, y sólo ellos están disponibles, por lo que desde ahora redoblarán esfuerzos para intentar hacerse con sus servicios. Sainz ya corrió con ese equipo en 1994 y 1995, con amargo recuerdo al haber perdido los dos título por haber favorecido al británico Colin McRae. Pero sin un compañero británico en sus filas, el madrileño se lo podría pensar.
Subaru ya intentó hacerse con sus servicios hace dos años, e incluso su oferta económica era superior a la de Ford, pero Carlos no quiso irse pare evitar nuevos chauvinismos hacia el que hubiera sido su compañero, Burns. Pero ahora ese condicionante ya no se da, y a lo mejor hay sorpresas y la casi segura renovación con los del óvalo da un vuelco.
Por otro lado, parece que en Citroën ya tienen claro que sus dos pilotos estrella serán Didier Auriol y Juha Kankkunen, pero resta por saberse quién les acompañará como tercer piloto, puesto al que aún sigue aspirando Jesús Puras, aunque con la fuerte oposición de los dos franceses Sebastien Loeb y Phillippe Bugalski. El cántabro también tiene posibilidades de hacer los rallys de asfalto con Hyundai. O, incluso, de regresar al Nacional con Citroën.
