El GP del Pacífico ha dejado una pesada resaca de las que no se van ni con ración doble de aspirina. Ni siquiera Alzamora (segundo en 250cc), pudo festejar su podio por sus problemas en el ojo derecho. Al que más dolores de cabeza le ha dejado su actuación del domingo es Toni Elías.

Su caída le costó el liderato y no contribuyó a que el ambiente extraño que ha habido en su box este fin de semana mejorara. El director del equipo, Alberto Puig, se ha enfadado con el padre de su piloto, Toni Elías, porque éste atendió personalmente a una llamada de Derbi para realizarle una oferta.

El doce veces campeón nacional de motocross quiere quitarle importancia al asunto: "Sólo fui a escuchar la oferta que Derbi quería hacer por Toni y luego lo dije. No veo qué hay de malo en escuchar a la gente y lo que me gustaría que quedase claro es que el futuro de mi hijo dependerá de lo que quieran él, Telefónica y Alberto Puig. Siempre se ha contado con él y eso no va a cambiar".

Lo que el catalán quiere ya lo ha dicho: pasar a la cilindrada de 250. Después del gran premio, en el mismo circuito, Puig y su piloto tuvieron una conversación larga, de una hora, para intentar aclarar la situación y hacer juntos todo lo posible para conseguir el título mundial de 125cc, que aquí se ha alejado un poco, pero no escapado.

Giampiero Sacchi, director deportivo de Derbi-Gilera, ha logrado con esta táctica desestabilizar en parte al enemigo, por mucho que Elías dijera que no se sintió presionado. El italiano se ha cargado parte de la armonía que había en ese box. Hace falta saber cuánto hay de serio en esa oferta, que puede serlo porque aún no ha renovado a Ui, y también si es clave la llegada de Telefónica con Elías al equipo. A Alberto Puig, de todas formas, no le hace gracia la idea.