Atleta de profesión y futbolista de devoción. Marta Domínguez, palentina de 25 años, se entrena para ser la mejor del mundo en 5.000 (fue plata en los Mundiales de Edmonton) pero a ella le hubiera gustado ser Figo. De hecho se maneja tan bien con el balón, jugando con los amigos, como corriendo.
-Cuatro millones de pesetas es un premio excelente para una atleta. Los ha recibido por ganar el Gran Premio Airtel-Vodafone. ¿En qué se va a gastar el dinero?
-Una parte en pagar lo que se lleve Hacienda y otra en seguir construyéndome una casa.
-Para cuando se case, supongo. ¿Tenemos boda en perspectiva?
-Tengo novio, pero todavía no pensamos en casarnos. Espero que alguna empresa me patrocine la boda, porque es muy caro (risas).
-Usted es gran aficionada al fútbol. Si hubiera nacido hombre, ¿en quién le hubiera gustado encarnarse, en Figo o en Haile Gebrselassie?
-Sin ninguna duda, en Figo, porque a mí, de verdad, me gusta más el fútbol que el atletismo. Lo que sucede es que en España una chica no tiene salidas siendo futbolista. Lo que sí me gusta del atletismo es que es un deporte individual y tus éxitos son sólo tuyos; no los compartes con ningún equipo.
-Además de aficionada al fútbol, es usted madridista confesa.
-Sí, pero también me gustaba mucho el Dream Team de la época de Johan Cruyff como entrenador del Barcelona. Me agradaba mucho su forma de ver el fútbol.
-El Madrid, en la Liga, no está para muchos trotes.
- Fíjese, a lo mejor no ganamos la Liga, aunque creo que sí, pero me parece que nos vamos a llevar la Champions.
-Hablemos más en serio. ¿Qué siente una atleta que corre en pantalón corto, lógicamente, cuando ve a las mujeres afganas ocultas por el burka, la túnica que no deja vsilumbrar ni siquiera los ojos?
-Tristeza. Y piensas en que vivimos en una parte del mundo maravillosa, aunque a veces nos quejemos de algunas cosas. Yo tomé conciencia de esta situación cuando la argelina Bulmerka ganó en 1.500 en los Juegos de Barcelona. Estaba amenazada por los integristas simplemente por correr con pantalón corto.
-En las reuniones y los mítines usted convive con atletas musulmanas. ¿Qué diferencia hay entre ustedes?
-Nosotras vamos por libre y ellas siempre van acompañadas por sus jefes de equipo o por sus maridos. Nosotras confraternizamos con los chicos y ellas nunca. Todo es muy distinto. Están muy controladas, en todo momento.
