"Zidane me entiende con la mirada"

Primera | Makelele

"Zidane me entiende con la mirada"

Claude Makelele analiza para AS la situación actual del equipo y su puesto en el terreno de juego, cuenta cómo vivió las horas más tensas de la selección francesa en el partido contra Argelia y relata cómo se encuentra Zidane en Madrid. Lo hace con sinceridad, sin titubeos, explicándolo todo con detalle.

- A pesar de que usted estaba en Francia, ¿qué les ha dado la victoria sobre el Athletic?

- Ahora estamos más tranquilos. La victoria contra el Athletic nos vino muy bien para recuperar algunos puntos. En el encuentro contra Las Palmas salimos a aún no sé qué. Prefiero ni saberlo. Perdimos el partido y luego piensas no hice esto, no hice aquello. ¿Porqué no corté un balón? Pienso en los balones que podía haber evitado. Soy muy autocrítico y, por supuesto, que lo analicé todo.

- ¿Cómo se enteró de la victoria?

- El sábado llamé para preguntar cómo había ido el partido. Zidane y yo nos llevamos una alegría al ver que habíamos ganado.

- ¿Ha pasado la crisis?

- (Sonríe) Espero que por fin haya pasado el mal momento. Nosotros necesitamos sumar muchos puntos. Lo primero es sumar, luego ya llegará el buen juego. Bueno tampoco hemos jugado tan mal. Hay calidad suficiente en la plantilla.

- Personalmente, ¿qué tal lleva el cambio del doble pivote al rombo?

- El míster hace todo lo posible por tener un equipo lo más competitivo posible. ¿Jugar en rombo? No es fácil para mí, pero cuando salto a un terreno de juego lo hago para sudar la camiseta. Trabajo por mí y por el equipo. Ahora no salgo demasiado, pero el equipo me necesita en esa posición y es ahí donde tengo que estar.

- Pero, sincérese, ¿se siente bien?

- A todo el mundo le gusta ser más ofensivo, pero también estoy bien ayudando a la defensa. Mi cometido es tapar huecos a los atacantes y en eso estoy.

- Del Bosque decía que el equipo tenía que dar un golpe de autoridad y seguir hacia arriba...

- Estoy de acuerdo con él. Es verdad que tenemos que dar un golpe de autoridad. No estamos acostumbrados a estar en los últimos puestos de la clasificación. Nuestro sitio es estar en los primeros lugares porque somos un equipo fuerte y tenemos que demostrar que no es fácil ganarnos.

- Otros piensan que en la Liga están más relajados

- Tampoco es cierto. Siempre salimos a ganar porque este equipo no conoce otro idioma que no sea el de la victoria.

- Cambiando de tema, ¿cómo está su amigo Zidane?

- Está más tranquilo, mucho mejor. Haber tenido mucho movimiento a su alrededor es malo, no te sientes cómodo y eso a él le ha pasado estos meses.

- Ustedes se entienden a la perfección...

- Yo hablo mucho con él en el campo, incluso viene conmigo a defender algunas posiciones. Está más integrado. Con una mirada nos entendemos, él me entiende con tan solo mirarme y eso es muy bueno. En la vida diaria nos llevamos muy bien, pero también se lleva bien con el resto de la plantilla.

- Desde fuera se le ve un poco triste.

- Yo no le veo más triste, sí más serio. No es porque no esté contento, quizá sea porque a él le gustaría que el Madrid ganara todos los partidos y eso no sucede.

- Relátenos cómo vivió la invasión de campo en el Francia-Argelia.

- Estaba sobre el terreno de juego y, de pronto, vi a un chico pasar muy rápido. Me quedé mirándole y no me lo creía. Pensé, ¡bah! es imposible, no pasa nada. Segundos después ví a una chica. En ese momento aluciné, pero no me dio tiempo a asumirlo porque rápidamente se llenó el campo de gente. Fue bueno retirarnos porque podíamos correr peligro, pero creo que la gente que saltó no lo hizo con mala intención.

- ¿Se siente miedo al saber que hay serias amenazas?

- No, nunca tuvimos miedo, en serio. Te sientes extraño porque te hacen partícipe de un problema y no entiendes demasiado porque tú estás en medio de todo. Pese a las amenazas que había, toda la selección estaba muy tranquila. Todos teníamos habitaciones individuales, había seguridad, procurábamos ir juntos. No había temor.

- Siga...

- En la vida pasan cosas que no podemos controlar. Sólo se controlan los sentimientos y, a veces, ni eso. El devenir diario manda. Siempre pasa algo y por eso hay que pensar en el día a día, no agobiarte por el qué pasará.