"Nunca cambiaré el número 46 por el uno"

Motociclismo | Entrevista

"Nunca cambiaré el número 46 por el uno"

"Nunca cambiaré el número 46 por el uno"

EFE

El piloto italiano se dispone a ser el segundo hombre en la historia que consigue el título Mundial en las tres cilindradas: 125, 250 y 500

El GP de Australia debe coronar a Rossi como nuevo rey de la categoría de 500cc. Sólo necesita acabar octavo, independientemente de que Biaggi gane el domingo. Todo está listo para que consiga su tercer título con sólo 22 años. Ya ganó los de 125cc (97) y 250cc (99). Sólo Phil Read ganó antes el Mundial en estas tres cilindradas, lo que culminó en 1973.

-Acabando octavo será campeón. ¿Firma ese puesto?

-Voy a intentar ganar el título aquí, pero acabar octavo no sería hacer una buena carrera porque lo divertido es estar delante. El circuito es rápido y me gusta.

-¿Dónde está la clave de su superioridad en la clasificación?

-No tengo ningún secreto. El primer año cometí muchos errores para entender dónde estaban los límites de la moto. Este segundo año me ha servido la experiencia del primero y encontré un mejor feeling con la Honda.

-¿Qué supone para usted este título y cómo va a celebrarlo?

-Ganar el título de 500 es un sueño, pero como los otros. El más excitante fue el de 125 por ser el primero. Luego, el de 250 era muy importante. Y ahora el de 500 es un sueño. Ha venido mucha gente de mi club de fans, mi madre y algunos amigos.

-¿Cambiará su hasta ahora inseparable dorsal 46 por el 1?

-Nunca. Es mi número de siempre, porque lo llevaba mi padre cuando logró su primera victoria mundialista, en el 79, en Yugoslavia. Y también por un piloto japonés que vi de pequeño en la tele y me volvió loco.

-Ya que ha triunfado en todas las categorías, ¿qué diferencias hay entre las tres?

-La puesta a punto de la 125 es más fácil. Tocando un par de cosas ya está todo hecho. La moto de 250 es más similar a la de 500, es básico encontrar una buena puesta a punto y no es fácil hacerlo. Y la de 500 tiene la conducción más excitante.

-Biaggi dijo que no tendría ningún problema en tenderle su mano para felicitarle cuando gane el título. ¿La aceptará?

-Seguro, sin problema. Claro que le daré la mano porque, para mí, Max es un gran campeón encima de la moto, pero como persona no es mi tipo.

-Este año han protagonizado peleas dentro y fuera de la pista. ¿Cómo ven esto los italianos?

-En Italia él es el chico bueno y yo el malo. Fuera de allí pasa lo contrario. En el extranjero yo soy el chico bueno. Respecto a las peleas, en Montmeló yo estaba muy tranquilo y feliz porque había ganado la carrera. ¿Así que quién cree que lo empezó todo? No fui yo, desde luego. Sobre lo de Suzuka, creo que se puede ser agresivo en la pista, pero no tanto. Max se pasó ese día.

-¿Y después de esto qué? ¿Probará suerte con los coches, otra de sus pasiones?

-Siempre he necesitado una motivación. No sé si un día correré el Mundial de rallys, pero ahora hay que ganar y pensar qué haremos el año próximo.

-¿Cómo soporta la fama?

-Es un poco incómodo que te reconozcan en muchos sitios y estén pendientes de ti. Me gusta vivir en Londres porque allí es diferente, eso no me pasa.

-¿Qué es la Rossimanía?

-Rossi es simpático, divertido, joven y procura tener los pies en el suelo. Entiendo la vida como una broma y eso a la gente le gusta.