El cubano Javier Sotomayor, que precisamente cumple hoy 34 años, se retira del atletismo. El plusmarquista mundial de salto de altura (2,45 metros, logrados en Salamanca en 1993) no volverá a enfrentarse con un listón. En el haber del hombre que es un auténtico mito del atletismo figuran tres récords del mundo al aire libre (2,43 en 1988, 2,44 en 1989 y los actuales 2,45) y otro en pista cubierta (2,43 en 1989).
En los Juegos Olímpicos fue campeón en Barcelona 1992 y medallista de plata en Sydney 200o. Ganó, además, dos títulos mundiales (Stuttgart 1993 y Atenas 1997) y fue subcampeón en otras dos ocasiones (Tokio 1991 y Gotemburgo 1995). También fue campeón mundial en pista cubierta en cuatro ocasiones.
Está considerado como el mejor saltador de altura de todos los tiempos y tenía a España como segunda patria. De hecho, se entrenaba frecuentemente en Guadalajara y también, algunas veces, en Salamanca.
Era un atleta no excesivamente alto (1,93 metros), pero de gran fortaleza física y excelente técnica de salto. Además, tenía una gran capacidad intimidatoria: con él en la pista nadie estaba seguro de vencer. De hecho, en los últimos Mundiales, celebrados este verano en Edmonton, estuvo a punto de alcanzar la medalla de bronce aunque estaba lesionado y en franca regresión.
En los últimos años oscureció su brillante palmarés, al dar positivo con cocaína en 1999, aunque se le levantó la sanción.