El Madrid se redime en Europa

El Madrid se redime en Europa

Cuatro partidos, doce puntos, máximo goleador, favorito en las apuestas para el título, clasificado para la siguiente liguilla a falta de dos partidos. Unos números que nada tienen que ver con los que puede presentar en nuestro campeonato: decimosexto, con dos victorias, tres empates y tres derrotas. Todo tiene otro color para el Real Madrid en Europa, donde no cabe duda de que juega con otra concentración. Los rivales también cuentan, desde luego. La Liga española es muy buena, mejor que las de por ahí, pero ¿tanto como reflejan esos números?

Lo peor que podría ocurrirle a este equipo sería repetir el caprichoso modelo de la Quinta de los Ferraris, aquel fenomenal grupo que en la Liga era indolente, caprichoso, lleno de despistes y de riñas entre vedettes, y que sólo jugaba a fondo, concentrado y consciente bajo las bellas candilejas de las noches europeas. Aquel modelo lo rechazó la afición. Lo rechazó el propio Sanz, que vació el equipo y lo volvió a reconstruir, con el mismo extraño resultado: un grupo desesperante en la Liga y admirable en la Champions. Pero el aficionado del Madrid demanda otra cosa. Sería mala cosa que lo olvidaran. Ahora tienen la ocasión de reengancharse a la Liga. Jugar sólo a la Champions es jugar a la ruleta rusa.

Y mientras el Madrid ganaba en Bruselas, el Mallorca sufría un resultado muy escocedor en Son Moix. Mala cosa. De esos golpes cuesta levantarse. Y esta noche, más: el Superdepor en Old Trafford, un salto más en su década prodigiosa, que le ha colocado entre los mejores del mundo. Y el Barça, dale que te dale con Rivaldo. Un tema que se complica. Es el fútbol, que no para. Ni falta que hace.