Ruido. Mucho ruido es lo que necesita el equipo mañana para intentar conseguir una victoria ante el Tenerife, sumar tres puntos importantes y dejar, de una vez por todas, una crisis mediática que llegó a pedir la destitución, el pasado lunes, de Paco Flores.

Los aficionados saben que el equipo necesita de su apoyo incondicional, por lo que, los aficionados no fallarán y asistirán al partido de mañana, que se presume muy difícil, dada la incomodidad del rival, y por la presión que deberán soportar los jugadores durante los noventa minutos.

Pero una cosa tienen muy clara los seguidores. Lo primero, que lo quieren tanto ellos como la directiva y el equipo, es la victoria de mañana. Por este motivo, las gradas del Estadi Olímpic se olvidarán de los nombres de las camisetas, de quién está en el banquillo y quién está sentado en la tribuna presidencial.

Los socios y peñistas quieren que el equipo se centre en el campeonato, después del varapalo sufrido a manos del Lleida en la Copa. Pese a todo, los españolistas tienen que olvidarse del pasado y centrarse en apoyar al equipo. Los tres puntos aportarían un clímax de tranquilidad, por lo que el equipo se encontraría con un estado favorable para afrontar las próximas jornadas de Liga.

Flores.

No obstante, no habrá unanimidad en la afición españolista. Se prevé que un sector de la grada se muestre hostil con el técnico Paco Flores, pero que la mayoría de la masa social está con él es un hecho. El público del Espanyol no olvida que Flores fue el hombre que llevó al equipo a la consecución de la Copa del Rey aquel 27 de mayo de 2000 en Valencia ante el Atlético, sin duda una fecha memorable para la historia españolista.