La despedida de los campeones

La despedida de los campeones

Hace 25 años, cuando en España empezó la movida de las maratones populares, Antón y Fiz eran unos atletas infantiles que corrían cross y distancias cortas. No tenían ningún ídolo a quien emular en la maratón porque, primero, no pasaba por sus mentes correrla, y segundo, porque no éramos nadie: el récord de España lo tenía Manguán y estaba en 2.15 horas. Han pasado esos 25 años y corredores populares y nuestros campeones del mundo van a coincidir en una carrera. La última de los campeones y la primera de una nueva carrera que nace en Madrid con fines comerciales.

Oberón XXI es la empresa que ha apostado porque en las maratones populares se puede ganar dinero. Lleva la gestión privada del polideportivo Sagrada Familia en Madrid y forma parte del grupo inmobiliario Nozar. Ha echado la casa por la ventana. Unos 500 millones de pesetas, de los que la quinta parte se han ido en la contratación de Antón y Fiz. Ha encontrado la plena colaboración del ayuntamiento de Madrid, que cierra por sexto domingo consecutivo las calles para un acontecimiento deportivo, y para que se difundan las imágenes de la carrera paga la producción completa de TVE.

Todo esto ha hecho posible la celebración de una carrera que sirve de despedida a nuestros dos grandes atletas en su escenario natural: la maratón. Ya no están en su mejor momento, pero ambos tienen la casta necesaria para competir con rabia. Quieren irse por la puerta grande. Tienen una ventaja con respecto a sus rivales: llevan preparando esta maratón desde hace cuatro meses. Los otros atletas contratados compitieron en los Mundiales de Edmonton o su forma actual dista mucho de cuando conquistaron sus mayores laureles. Por eso, si ganan, que nadie se extrañe. Quien tuvo, retuvo.