Sólo el campeón pudo con Checa

Motociclismo | G.P. de Brasil

Sólo el campeón pudo con Checa

Sólo el campeón pudo con Checa

Rossi superó al español por 0,143 segundos en una carrera dividida por la lluvia y en la que Carlos, que cruzó primero la meta, se vio perjudicado al adelantar a un doblado.

Carlos Checa cruzó primero la meta del GP de Brasil, pero no era el ganador de 500cc. Por eso, al piloto catalán su segundo puesto de Río, a diferencia de los que conquistó en Le Mans y Sachsenring, le dejó una sensación "frustrante", que se hizo inmensa cuando ya en el podio se enteró de que él no era el vencedor. Incluso había dado la vuelta de honor llorando de emoción por la ficticia tercera victoria de su vida. "Segundo clasificado, Carlos Checa", dijeron por megafonía en la ceremonia de entrega de trofeos. Y nuestro protagonista del día despertó de su sueño. Y aunque parezca mentira, todo esto tiene una explicación.

La prueba del medio litro se suspendió en la sexta vuelta por la presencia de la lluvia. Llegó así el momento de presenciar otra carrera, pendientes más del monitor de tiempos que suma el resultado de las dos mangas que de seguir lo que pasaba en la pista. Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre casi siempre en estos casos, hubo un momento en el que la realidad del cómputo de los tiempos coincidía de pleno, en cuanto a los puestos de podio se refiere, con lo que ocurría sobre el asfalto. Eso fue cuando Checa, que partió en esta segunda salida cuarto con una desventaja de 0,8 segundos sobre el primero, Ukawa, y 0,195 con el tercero, Rossi, (el segundo fue Roberts, pero se hundió en la clasificación) tomó las riendas de la carrera después de una fantástica remontada. En el camino quedaron varias víctimas, pero el adelantamiento más vitoreado por los que le siguen fue un interior a derechas que le aplicó al Doctor, después de apurar la frenada más que el nuevo campeón de quinientos.

Lucha contra el crono. Ocurrió a cinco giros del final y empezaba ahí una pugna contra el crono del Toro para sacarle al italiano la diferencia que le diese la victoria. En los últimos compases ambos iban ya sin gomas. La emoción fue en aumento a medida que se acercaba el banderazo a cuadros, porque el 46 es un depredador que no deja ni las migajas para los demás y quería su undécima victoria. Checa mantenía esa distancia con solvencia, hasta que llegó Anthony West. El australiano jugo un papel clave en el desenlace de la prueba. Fue uno de los numerosos doblados, pero él apareció justo en la trazada de la curva de entrada a meta. Nadie le mostró la bandera azul para que se quitara del medio y cuando Checa se le encontró tuvo que abrir su trazada dos metros, cayendo de vueltas el motor de su Yamaha y permitiendo que Rossi se le echara encima.

El Doctor, aún entrando por detrás del español, ganó por 0,143 segundos y el enfado de Carlos aumentó al comprobar en la telemetría que la torpeza de West le había hecho perder 0,150 segundos en ese lugar del circuito respecto al paso del giro anterior. Sin ese frenazo, y aplicando las matemáticas, Checa habría ganado a Rossi por 7 milésimas de segundo.