En cinco meses, la portería del Real Zaragoza ha experimentado un viaje de ida y vuelta en el que Juanmi y Lainez se han repartido el protagonismo. El 1 de noviembre, en Ginebra, el meta murciano volvió al once inicial mientras su amigo, lesionado, seguía el partido por televisión desde Zaragoza. Se habían invertido los papeles.
El difícil proceso de renovación de ambos se ha convertido en un decorado de suspicacias. Los mentideros futbolísticos han encontrado en la portería del Real Zaragoza un filón de rumores con los que alimentar intensos debates. Desde que el 30 de junio Lainez defendiese la portería del equipo aragonés en la final de la Copa, en detrimento de Juanmi, intervenido quirúrgicamente de apendicitis unas semanas antes, la presunta influencia de factores externos se ha asociado al debate, pero ninguno de dos quiere "buscarle tres pies al gato" y por supuesto nadie en el club da crédito a esa polémica.
"¿Si estoy jodido? Claro que lo estoy, aunque ahora hay que echarle dos pelotas para seguir mirando hacia delante", señala Lainez, quien se produjo una contusión en el hombro derecho en el encuentro ante el Málaga por lo que fue sustituido por Juanmi en el minuto 67. Se dio la circunstancia de que la semana anterior el representante del cancerbero no logró arrancar del Zaragoza el acuerdo para renovar su contrato con el club, que termina en 2002. Precisamente, el mismo día en el que expira el de Juanmi, relegado hasta hace diez días a un papel secundario en el banquillo. "El asunto de mi renovación no tiene por qué cambiar ahora por el hecho de que juegue. No es algo que piense ahora ni que me preocupe", reitera el cartagenero, quien en junio se mostró categórico al supeditar su renovación a su presencia en el once titular de la final de Copa. El día del Málaga, cuando Juanmi saltó al césped sustituyendo a su compañero, un sector del público le increpó y mostró su disconformidad con su presencia debido a la posibilidad apuntada hace unos meses de que hubiese firmado un precontrato con el Deportivo.
