Antes de abandonar la presidencia del Comité Olímpico Internacional (COI), el español Juan Antonio Samaranch se mostró partidario de aumentar la presencia femenina en las áreas de poder del deporte.
Concretamente, el 6 de marzo de 2000, en París, durante la Conferencia Mundial sobre Mujer y Deporte, dijo que el objetivo era reservar el 10 por ciento de los puestos de dirección a las mujeres a finales de ese año y llegar al 20 por ciento al término de 2005 en el conjunto de las federaciones nacionales e internacionales.
Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional (COI) post-Samaranch no ha predicado con el ejemplo y en sus propias estructuras se encuentra muy lejos de los deseos expresados por el ya ex-presidente.
Concretamente, en la Comisión Ejecutiva del COI, compuesta por quince personas, sólo hay una mujer: la sueca Gunilla Linberg, que ingresó en el año 2000. Eso supone un porcentaje del 6,66. En cuanto a los miembros del Pleno, sólo hay once mujeres (entre ellas SAR Pilar de Borbón) entre 126. Sólo el 8,73 por ciento.
