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Segunda | Nástic

Bonet prefirió el Nàstic a la farmacia

El técnico alternó fútbol y botica hasta noviembre.

CARLES CORTÉS
Actualizado a
EN UN SUEÑO. Bonet vivirá los quince días más apasionantes.
JAUME BONET

"Cada cinco minutos tengo un mensaje en el móvil pidiéndome entradas para el Madrid". A Jaume Bonet le está cambiando la vida a ritmo frenético. En poco más de veinte días ha pasado de trabajar en su farmacia de El Vendrell, una población a 30 kilómetros de Tarragona, a ser el primer entrenador del Gimnàstic. Hasta el 9 de noviembre preparaba a los porteros y pasaba informes del rival al entonces primer entrenador, Josep María Nogués. Pero ya se veía venir que algún día daría el salto: "Con cada mal resultado me llevaba las manos a la cabeza. Sabía que después de Nogués estaba yo, y así fue. No tuve tiempo ni para decir que no, porque la directiva me dijo que confiaba en mí". Desde el despido de Nogués ha tomado las riendas del equipo.

Bonet debutó en Córdoba con un 1-1: "No estaba nervioso. Entrenar en esta categoría es más fácil que hacerlo en Regional, los jugadores saben lo que tienen que hacer. El trabajo es más psicológico que táctico". Antes de asumir la dirección del Nàstic sólo entrenó a dos equipos, el Valls y el Tancat. Al primero lo dirigió cuatro temporadas en Regional Preferente (aunque también estuvo con el juvenil del club). En el Tancat entrenó dos años, y lo subió a Segunda Regional. En el Nàstic también ha estado de segundo en Segunda B, con Fabri González, Paco Martínez Bonachera y Pepito Ramos.

Ahora vive un sueño continuo. Se ha enfrentado al Atlético (1-2), jugará contra el Real Madrid y se sentará en el Bernabéu. "Esto es una fiesta para el club y para Tarragona. Toda persona del fútbol ha imaginado alguna vez enfrentarse al campeón de Europa, y ahora tenemos la ocasión. Es un sueño que dura quince días".