A un mes del arranque de la competición olímpica de Salt Lake City, España mantiene intactas, sobre todo a través del nacionalizado Johann Muehlegg, sus esperanzas de añadir alguna medalla a su limitada colección de trofeos invernales, que en Juegos se reduce a los obtenidos por los hermanos Fernández-Ochoa.

Francisco Fernández-Ochoa dio la gran sorpresa en los Juegos de Sapporo'72 (Japón), cuando en la primera cita olímpica invernal que tuvo lugar en Asia se impuso en el eslalon del esquí alpino, en una gesta que el propio interesado comparó a la de un hipotético éxito de "un austriaco en (la plaza de toros de) las Ventas".

Veinte años después, su hermana Blanca, que había rozado el oro en Calgary'88 (Canadá), donde se cayó en la segunda manga del gigante tras haber marcado el mejor tiempo en la primera, ajustó cuentas con la historia y logró una medalla de bronce -en el eslalon de Albzación del fondista Muehlegg, en noviembre de 1999, abrió las puertas a la esperanza, más aún cuando un mes más tarde, el esquiador nacido en Baviera ganó su primera prueba de la Copa del Mundo -no había ganado ninguna como alemán-, competición que se adjudicaría definitivamente en marzo.

Aparte de conseguir la única Copa del Mundo española en un deporte de invierno -en esquí de fondo-, Muehlegg ganó para España, hace casi un año, el único título mundial de su historia, en los 50 kilómetros, estilo libre, de los mundiales de Lahti (Finlandia), en los que también se colgó al pecho la plata de la persecución.

Será en las pruebas de los 30 kilómetros, estilo libre, y en la persecución (prueba que combina diez kilómetros en estilo clásico y otros tantos en libre) en las que 'Juanito' encuentre las principales opciones de aumentar la diminuta sala de trofeos del olimpismo invernal español.

Muehlegg, ganador de siete pruebas de la Copa del Mundo, despidió el 2001 anotándose, el pasado 12 de diciembre, los 15 kilómetros, estilo libre, de Brusson (Italia) y después de superar una fuerte gripe, ha comenzado con buen pie su puesta en escena en 2002, con un sexto puesto el pasado martes en los 30 kilómetros, clásico, de Val di Fiemme, también en suelo italiano, en una prueba en la que, pese a ser en el estilo que menos le va, se mantuvo siempre en el grupo de cabeza y llegó a disputar el sprint.

A favor del esquiador de origen bávaro también habla el que sus dos victorias durante la temporada pasada las logró precisamente en Soldier Hollow, escenario de las pruebas olímpicas de fondo.

La altitud le viene bien a Muehlegg. Y en Salt Lake City se disputará la competición olímpica de fondo a mayor altura de la historia, en un escenario que supera ligeramente la altitud de Les Saissies, donde se compitió en los Juegos Albertville'92 (Francia). Y donde 'Juanito' logró su segundo título mundial júnior, en 1990.

Aparte de Muehlegg, España puede aspirar a medalla en las pruebas del 'half-pipe' masculino de snowboard (tabla de nieve), modalidad que se estrenó en el calendario olímpico en Nagano'98 (Japón), y en el gigante femenino. Al menos, los resultados conseguidos esta temporada, sobre todo por el vasco Iker Fernández y por la granadina María José Rienda invitan a soñar a los devotos del deporte blanco.

Rienda ha mantenido durante los últimos años una regularidad asombrosa en su línea ascendente y aunque nunca se ha subido a un podio en la Copa del Mundo, está en la primera serie del gigante, en la que la igualdad es muy grande, y tiene su listón colocado en el quinto puesto, a dos pasos de una medalla que podría llegar en una jornada de inspiración.

Más claro, aunque él se quiera quitar presión, podría tenerlo el 'boarder' donostiarra Iker Fernández, que lidera la Copa del Mundo de 'half-pipe', disciplina que coronará en Salt Lake City a su segundo campeón olímpico -el primero fue el suizo Gian Simmen, hace cuatro años-.

Iker ganó la primera prueba de la temporada, en Valle Nevado (Chile) y fue segundo en la de Tignes (Francia). Con anterioridad ya había logrado varios podios en Copa del Mundo. En Salt Lake City tendrá la gran oportunidad de su vida.