Rafa Guerrero en el Bernabéu

Iturralde González contó anoche con la ayuda del juez asistente más conocido del panorama arbitral español: Rafael Guerrero, más conocido por ‘Rafa, no me jodas’, Un hombre con una leyenda negra que se inició en la temporada 96-97 en encuentro entre el Zaragoza y el Barcelona en La Romareda. Mejuto consultó a Rafa y éste inculpó a Aguado, quien fue expulsado sin tener nada que ver en la jugada. En los últimos tiempos, en esta temporada, señaló sorprendentemente un penalti en contra al Mallorca en el Ruiz de Lopera que solo vio él.

Alcázar K.O. y Lopetegui, casi

Julen Lopetegui tuvo que acudir durante la mañana de ayer al dentista para resolver una dolencia que le impedía ejercitarse con normalidad. Al final, estuvo. El que no pudo jugar fue Alcázar, al que un proceso febril sacó de la convocatoria. Su lugar lo ocupo el argentino Graff,, que recibió la noticia mientras entrenaba en el campo de Palomeras.

El balón de Guti cruzó la línea

En el minuto 43 Guti recibió un pase de Raúl a la espalda de los centrales. El delantero recortó al defensa colocando el balón a la derecha, su pierna buena, y disparó. El balón lo tocó Lopetegui y traspasó la línea. Corino la sacó y ‘Rafa, no me jodas’ mandó seguir.

Baljic felicitó a Roberto Carlos

El gol de Roberto Carlos fue largamente aplaudido por la parroquia madridista. Todos sus compañeros acudieron a felicitar al lateral. Raúl, Guti, Zidane, Makelele, Helguera... ¡hasta el rayista Baljic! El bosnio, que se encuentra cedido por el Madrid al conjunto rayista hasta final de temporada, se acercó por detrás y le dio una cariñosa cachetada.

Cambio de capitanes

En el minuto 62 el técnico Gregorio Manzano decidió sustituir a Michel, capitán del Rayo. El canterano rayista lucía el brazalete, por lo que tuvo que dejarlo a un compañero. En un primer momento lo cogió Jon Pérez Bolo, que más tarde fue sustituido. Entonces el hombre que se encargó de recoger el brazalete fue el central Ramón de Quintana.

El rayista Míchel se fue lesionado

El rayista Míchel se retiró lesionado en el minuto 62. Después de convertirse en la referencia del rayo durante la primera hora de juego, el joven jugador vallecano pidió el cambio aquejado de una molestia muscular. Helguera también fue sustituido por Solari debido a unas molestias musculares.

El Bernabéu se entregó a Raúl

Raúl González Blanco se ha convertido, sin lugar a dudas, en el ídolo del Santiago Bernabéu. Si ante el Deportivo el público coreó su nombre tras anotar el magnífico tercer tanto, en la noche de ayer volvió a vitorear al canterano. "¡Raúl, Raúl!", gritó el Bernabéu tras el segundo tanto. Pero la ovación más importante de la noche llegó cuando el siete madridista cogió el camino de los vestuarios en el minuto 87 para ser sustituido por el cántabro Pedro Munitis. El Bernabéu se rindió a Raúl.

Mala noche para Guti

Guti se estaba destacando por su efectividad en la Copa. Marcó en Pájara Playas, ante el Lanzarote y ante el Gimnástic de Tarragona. Cinco goles blancos llevaban su sello, por eso Vicente del Bosque prefirió sacarle en el once titular. Sin embargo, anoche Guti no estuvo afortunado. Peleó, le hicieron un posible penalti en un forcejeo con De Quintana, hasta marcó un gol al que Iturralde González no dio validez siguiendo las indicaciones de Rafa Guerrero... Pero Guti aparecía una y otra vez por la boca de gol. Se desmarcó, buscó los espacios, pugnó con los centrales rivales. Pero no marcó, algo que una parte del Bernabéu no le perdonó. Ante tan desafortunada noche, el técnico salmantino decidió sustituirle por Fernando Morientes. Una parte del estadio le silbó, otra le aplaudió. Él levantó los brazos agradecido a los Ultra Sur que le ovacionaron.

La derecha de Roberto Carlos

El lateral brasileño se convirtió ayer en el jugador más incisivo del ataque blanco. Subió una y otra vez por su banda buscando centros envenenados al centro del área rival. Su disparo, sin embargo, no pudo hacer acto de presencia hasta el minuto 33. Recibió un balón, recortó hacia adentro y sin pensarlo un momento soltó un zapatazo con la derecha que se coló por debajo de Lopetegui. El gol abrió el cerrojo vallecano para tranquilidad da la parroquia blanca. Roberto demostró que no tiene problemas a la hora de pegarle con una u otra pierna.