Miguel Narváez: "Todavía le queda mucha carrera"

"A Kiko lo que le gusta a reventar son los bocadillos de mortadela", afirma José Luis Cinta, tan jerezano como la Paquera, el Terremoto o Juan de la Plata, que es el que más sabe de flamenco de aquí a Lima. Jerezano como Kiko. O como Miguel Narváez, el señor padre de Kiko, que lleva días sin vivir en él desde que se enteró que Kiko, el hijo de su alma, iba a venir a Jerez de la Frontera, a jugar a esta tierra que lo vio nacer: "Estamos muy nerviosos, tanto como el día que debutó en Primera. Fue ante el Athletic, aunque de esto hace unos cuantos años". De todas formas, Miguel asegura que esta tarde no irá a La Juventud: "No quiero ir porque puede haber algún desalmado que le diga algo y entonces la liemos. Para mí es una ilusión que vuelva al fútbol, es como si empezase de nuevo. Todavía tiene que derramar el taro de las esencias en los campos, le queda un montón de fútbol en sus botas, ya lo verán".

Y es que Jerez es una fiesta donde se vive el fútbol más que nunca. En la peña de los 100, la más prestigiosa de la ciudad, su presidente, Germán Estrade, tiene el corazón parcialmente dividido. "Con nuestro corazón deseamos lo mejor para Kiko, pero el Xerez debe estar en Primera. Nos lo merecemos". Para Estrade, Kiko es un ídolo: "Siempre que puede, va a ver a los chavales de los Salesianos a darles una charla". En la Peña de los 100 cada frase es una sentencia. La última: "Kiko, mi alma, queremos que juegues bien, que te salgas del mapa y llegues hasta Rota... pero, por favor, que gane el Xerez, que tiene que ascender. Eres un monstruo, pero a partir del domingo".