Junto a la presencia de tres representantes escandinavos (Suecia, Dinamarca e Islandia), las semifinales del Europeo de balonmano, que se disputarán este sábado en Estocolmo, permiten el regreso al primer plano internacional de Alemania.

Suecia, cuadruple campeona mundial (1954, 1958, 1990 y 1999) y tres veces campeona de Europa (1994, 1998 y 2000) no quiere fallar ante sus aficionados en lo que puede ser la despedida de oro de una generación única de jugadores. Dinamarca e Islandia, rival de Suecia en semifinales, están decididas a romper la supremacia del equipo 'amarillo'.

Los daneses, a pesar de su poca resonancia en el palmarés internacional -su mejor plaza es la cuarta consechada en el Europeo de Portugal en 1994-, han conseguido ya la clasificación para el próximo Europeo y su reto será el de lograr la clasificación para el Mundial, para lo que deberá derrotar a Alemania.

El jueves, los hombres de Torben Winther ya hicieron la hombrada de derrotar a Suecia (27-26) delante de su público, en la lucha por la primera plaza del grupo, por lo que su candidatura debe ser tenida muy en cuenta.

Islandia, sin nada que perder

Por contra, los alemanes ya perdieron ante Islandia (29-24) y los hombres de Heiner Brand nunca parecieron superar la motivación del conjunto nórdico. Paradójicamente su segunda plaza le sirvió para evitar a la anfitriona y máxima favorita.

Por su parte, Islandia se verá las caras ante Suecia sin nada que perder, pero con muchas cartas a su favor. Invictos en la primera semana del Europeo, ya han llegado más lejos de lo que lo hicieron en el Europeo de Croacia hace dos años, en el que concluyeron en undécima posición.

El juego de los escandinanos, e n el que prima la defensa por encima de otras acciones del juego, ha devuelto al físico la importancia que había perdido en la última década cuando Francia y España impusieron su dominio a base de técnica.