Reyes se clavó una pica y no podrá jugar

Primera | Sevilla - Osasuna

Reyes se clavó una pica y no podrá jugar

Reyes se clavó una pica y no podrá jugar

paco rodríguez

Anoche permaneció en observación. Notario y Fredi también son baja.

Llega Miguel Ángel Lotina. Llega Osasuna. Llega un bocado de realidad al Sánchez Pizjuán cuando la perla de Nervión, Reyes, protagonizaba ayer el susto del siglo después de que un balón golpease una pica de las que se utilizan en los entrenamientos que le percutió en la cabeza produciéndole un gran corte sobre la ceja.

Un percance que le obligó a permanecer anoche en observación y que le deja fuera del partido de esta noche. Reyes, el niño sabio de Utrera, que se aprestaba a lucir con descaro en el escaparate del Sánchez Pizjuán su nuevo precio de 36 millones de euros, tendrá que esperar a una mejor oportunidad. Después de la brutal entrada de De Quintana en Vallecas que casi le deja una herida de espejo, de esas que se ven los toreros todos los días cuando se afeitan y les recuerdan la dureza de su profesión, se ha sumado este percance en el último entrenamiento. Pero pudo ser peor.

Olivera

Por lo tanto, Caparrós tendrá que tirar de Nico Olivera para que el Sevilla no pierda mordiente. Otra baja es la de Fredi, al que Competición castigó ayer con dos partidos de suspensión. Pero quizá lo que más le puede doler al técnico sevillista es el relevo forzoso bajo los palos. Olsen, inédito está Liga, tendrá el difícil papel de que pase inadvertida la ausencia del lesionado Notario.

Y enfrente Osasuna. Un equipo construido desde atrás, con arquitectura armada para el aguante, que pondrá muy caras las llegadas de Casquero, la acometividad de Moisés y la picardía de Olivera. Ellos se las tendrán que ver con una defensa solvente (ha encajado 27 goles en 23 jornadas) que comanda César Cruchaga, otro de esos jugadores de explosión tardía (28 años) que está forjando su carrera despacito pero sin pausa. Cruchaga, producto de la factoría de Tajonar, ha disputado todos los minutos de esta Liga, lo que dice mucho de su regularidad y solvencia, y es el referente atrás de un Osasuna que llega además con el lastre de la lesión del Pipa Gancedo, que aporta chispa para irse arriba, y los problemas físicos del tanque australiano Aloisi.