Los ojeadores de fútbol base que tiene repartidos el Real Madrid por toda España no cesan de sorprenderse ante los grandes recitales que ofrecen los jóvenes españolistas. En la reciente Copa Atlántico Sub-17, Miguel Ángel Portugal quedó alucinado, no sólo con Soriano, sino también con Miquel Robusté, otro valor de la Ciudad Deportiva de Sant Adrià. En Cataluña, Manuel Ángel Romero (que antes de trabajar en el Madrid estuvo de entrenador en el Espanyol) siempre ha dicho que los blanquiazules son los mejores.
