Un día de oro, vino y rosas degeneró en una noche de brujas para la delegación española en Salt Lake City, que, convocada para una inocente cena, desembarcó de repente en el epicentro de un maremoto de proporciones explosivas... Pasadas las 16:30 horas en Utah, la Comisión Ejecutiva del Comité Olímpico Internacional anunciaba el castigo a Johann Muehlegg por su control positivo con darbepoetina del día 21: la medalla de oro de los 50 kms. estilo clásico pasaba a poder del ruso Ivanov. Para su suerte, Muehlegg conserva las otras dos medallas que ganó en la tundra: técnicamente quedó expulsado de los Juegos en el mismo momento en que se produjo el positivo.

El control positivo de Johann Muehlegg hizo respingar las alarmas en plena madrugada de España, obligó a la BBC a abrir su noticiario internacional con Juanito y sumió en plena confusión a los españoles en Salt Lake City. En la noche más triste de Juanito, justo después del sábado más glorioso de su vida, los tres ayudantes técnicos sanitarios de Muehlegg ofrecían una imagen desoladora en el hall del Hotel Little America. Como todos, periodistas, esquiadores, técnicos, federativos y la delegación de Jaca 2010, Ola Berget, Stéfano di Case y Sergio Favre, fueron a brindar con champán... y se encontraron, de repente, demudados y derrotados, envueltos en una tempestad infernal.

El control positivo de Juanito estaba totalmente confirmado por el mejor espectrómetro de masas del mundo, el de Salt Lake City. No valía aferrarse a la excusa formal de que la dichosa darbepoetina no figura en las listas prohibidas. De ser así, el COI no hubiera formado la que ha formado, ni Muehlegg estaría a estas horas cambiando el oro que tanta hemoglobina le costó por el descrédito de los españoles y el cachondeo de alemanes y rusos.