No todas las consecuencias de lograr el ascenso resultarán plenamente agradables para el Atlético. El club rojiblanco tendrá que pagar cerca de seis millones de euros a varios clubs españoles en función de los acuerdos que alcanzaron en algunos de los fichajes del pasado verano.

La complicada situación económica que atravesaba el Atlético, aumentada por la permanencia una campaña más en Segunda División, complicaba la confección de una plantilla de suficientes garantías como para lograr, esta vez sí, el tan deseado como necesario ascenso. Por ello, en las negociaciones para algunos de los fichajes se incluyó una cláusula por la cual se pagaría una cantidad extra en el caso que se consumase el regreso a Primera.

Ahora que éste parece muy cercano, ha llegado la hora de echar cuentas. Y éstas son las siguientes: al Mallorca hay que pagarle por los traspasoso de Germán Burgos y Armando; al Málaga, por el de José María Movilla; al Rácing de Santander, por el de Gonzalo Colsa y al Albacete, por los de Jesús y Javi Guerrero. En total, más de seis millones de euros.

Un gasto que resultará menos doloroso de lo habitual por varias razones. La más obvia, que la alegría por el ascenso eclipsará cualquier otra cosa. Otra, que los beneficios económicos que se generarán al jugar en Primera superarán con mucho estas cantidades. Y por último, que en el Atlético se valora mucho la buena disposición y la muestra de amistad que supusieron esos acuerdos por parte de los otros clubs, y pagarles será, aunque sólo sea un poco, más agradable que en otras ocasiones.