La provincia de Girona se ha convertido en un escaparate de las futuras promesas del fútbol nacional e internacional. Allí se está disputando el II Mundialito de fútbol base, en el que un total de 144 equipos de 20 paises comenzaron a competir desde ayer por el título mundial oficioso.

El campeonato está dirigido a jugadores de edades comprendidas entre 10 y 18 años (desde alevines hasta juveniles), aunque también hay competición para chicas, que no tienen delimitada la edad. Los equipos comenzaron a llegar a principios de semana a las sedes donde se jugarán los 400 partidos programados.

Josep Colomer, director general del torneo y de la empresa Esdeveniments Internacionals de Fútbol S. L. aseguró que el trabajo que se tiene que hacer es muy duro, aunque no duele cuando se ve el rostro de satisfacción en los niños: "Eso es lo más grande. Ver la cara de alegría de un joven futbolista cuando llega el primer día no tiene precio y motiva muchísimo para seguir preparando nuevas ediciones".

Todos los equipos que han llegado a la Costa Brava son conscientes de que hay claros favoritos. Real Madrid, Barça, Espanyol, Oviedo, Atlético, Ajax, Alianza de Lima, Oporto o CSKA de Moscú y selecciones como Brasil Sub-15 y 17, Francia Sub-15, Rusia Sub-15 y Venezuela y Puerto Rico Sub-18 tienen la responsabilidad de no defraudar ante equipos de menor entidad, básicamente formados por entidades de la zona de competición, como Palamós, Figueres o Nàstic.

Los partidos, que tienen una duración de 50 minutos, no paran de sucederse y los campos presentaron ayer, en el primer día de competición, una buena afluencia de público, ya que este torneo atrae a mucha gente que ya descansa en la Costa Brava. El tiempo está acompañando las previsiones metereológicas son buenas. Por lo tanto, una oportunidad única para conocer a los cracks del futuro.