Antonio Mendoza: "Nunca he soñado con ser presidente"

Primera | Málaga

Antonio Mendoza: "Nunca he soñado con ser presidente"

Antonio Mendoza: "Nunca he soñado con ser presidente"

mariano pozo

Antonio Mendoza cumple año y medio en el Málaga identificado con el club.

El despacho de Antonio Mendoza es más ortodoxo de lo imaginable en cualquier ejecutivo que lleve un día a día de locos. Apenas unas carpetas, ordenador, fax y móvil a mano y una secretaria —Teresa— yendo y viniendo. Tal día como hoy hace 18 meses, Antonio Mendoza Zabala se bautizaba como director general del Málaga. Este madrileño de aspecto bien aliñado, engominado hasta las cejas y permanentemente trajeado, se ajusta de manera genuina al modelo de empresario que nació al abrigo de las sociedades anónimas, el despilfarro de las televisiones, el boom del fútbol... Aterrizó sin tarjeta de presentación pero tardó en coger carrerilla. Balance de 18 meses de despegue en el fútbol. "Han sido intensísimos por dos razones fundamentales. En primer lugar, porque a nivel personal he sufrido un cambio de entorno. Hubo muchas cosas nuevas en poco tiempo y tuve que adaptarme. Además, eso se ha fundido con 18 meses intensísimos en la historia del Málaga. He conocido dos presidentes, ha habido una variable importante a nivel financiero. Nada ha parado, han sido moviditos".

Y tan moviditos. Tanto que, hace apenas unos días, el nombre de Antonio Mendoza saltó a la palestra como futuro presidente del Málaga. Pero él nunca tuvo sueños de grandeza. Mejor, porque ha pasado menos tiempo aún para que se hable de Puche, aunque Roldán no descarta seguir... Total, un lío. "No me han comunicado nada aunque me hubiese gustado pero soy un empleado y asumiré cualquier cosa. Las dos opciones me parecen buenas y con ambas estaré tranquilo. Nunca he soñado con ser presidente y nunca me lo dijeron. Mi relación con Puche ha sido excepcional en todos los sentidos y si regresa porque Roldán considera que es lo mejor para el club, será fenomenal".

A Mendoza se le ve feliz en Málaga, dice que se ha adaptado muy bien y que ya es "un malaguista más". También reconoce que puede parecer un tipo frío y un inquisidor porque a él le toca tomar decisiones impopulares: "Vender una estrella no es fácil aunque quien se quiera ir sea el jugador...". Pero aún así, tiene la percepción de que lo han recibido bien. "Estoy en el paso de conseguir que lo urgente deje paso a lo importante". Es el objetivo profesional de Mendoza a corto y medio plazo. Ése y otro: "No me quiero ir del Málaga sin ver La Rosaleda acabada". Eso significa que a Mendoza le quedan muchos meses más de director general. Suerte.