En manos del perico

En manos del perico

Tamudo también está incómodo. Le duele un amigo, De Lucas, y un padre, Flores. Es complicado el fútbol. O lo complican. Se pone uno en la piel del club y es una historia. Habla con el futbolista y es otra. Del futbolista hablamos anteayer. Hablemos hoy del club. En el Espanyol hay suplentes que cobran el doble que titulares. Un día el club admitió tal error y estableció topes salariales, cuatro categorías por las que transita el chico de la cantera cuando llega al primer equipo. El club dice que De Lucas está fuera de órbita, que no le puede pagar, que lo siente, pero que si uno se va, otro vendrá. Están decididos a seguir esa idea a muerte, pues consideran que cualquier otra es ruina.

Está bien sí se sigue con todos. Es decir, si la facción anti Flores del Consejo se lo acaba cargando, la solución no es darle 300 kilos a Mané sino echar mano de Moya, de Márquez o de cualquier otro técnico de la casa. Por coherencia. Se puede entender la apuesta Maxi, pero de ninguna manera pagarle a un entrenador el salario de crack. Llamen a Urzaiz, ofrézcanle los 300 y luego me cuentan que les dijo.

Yasí, en pleno conato de división interna, llegará el Celta, el mejor equipo de la Liga en estos momentos. Sólo falta que cuatro piten a los diez minutos y se darán toda las condiciones para que nos meta cinco. En manos de la afición está poner seny a esta rauxa.