El Tribunal Supremo condenó a Jesús Gil a 28 años de inhabilitación para ejercer cualquier cargo público y a seis meses de arresto, por lo que deberá dejar la alcaldía de Marbella. Esta sentencia confirma la resolución del 10 de octubre de 2000 de la Audiencia Provincial de Málaga por el denominado caso de las camisetas. Jesús Gil podrá seguir siendo presidente del Atlético, al ser esta sociedad anónima una entidad privada, aunque existen dudas de que pudiera ocupar un puesto en una federación deportiva, debido al carácter de interés público que reserva la ley a estas asociaciones.

La sentencia, cuyo contenido aún no se ha dado a conocer, es firme, aunque existe todavía la posibilidad de una última solicitud de amparo ante el Tribunal Constitucional, y se produce como consecuencia del recurso presentado por la Fiscalía Anticorrupción, que en un principio pedía para el condenado una pena 29 años y medio de cárcel y 74 años de inhabilitación por los delitos de prevaricación, tráfico de influencias, malversación de fondos y falsedad de documentos.

Hechos probados. El Tribunal Supremo, con esta confirmación, considera probado que en 1991 Jesús Gil, "sin contar con autorización del Ayuntamiento, puso en las camisetas de los jugadores del club rojiblanco el anagrama de Marbella, y así lograba obtener una propaganda electoral de cara a los ciudadanos". Posteriormente, según el propio auto, junto con el anterior primer teniente de alcalde de esa ciudad, Pedro Román, "acordó que los jugadores siguieran luciendo el patrocinio, que sería retribuido con cargo a los fondos municipales". Pedro Román fue condenado a nueve años de inhabilitación y resultaron absueltos el director general del Atlético, Miguel Ángel Gil, el vicepresidente, Enrique Cerezo, el ex presidente y el ex vicepresidente del Sevilla, Luis Cuervas y José María del Nido, y el abogado José Luis Sierra.