Hace tres años, el Atlético se proclamó campeón de la fase final de la Nike Cup (Mundial oficioso sub-14) y ya nadie paró de hablar del delantero de aquel equipo: Fernando Torres.

El domingo, en Vitoria, una nueva generación dio el primer paso hacia esa misma meta al golear al Valencia en la final de la fase nacional. Ayer, Paulo Futre, Abel Resino y Toni Muñoz recibieron en el Calderón a los chavales y les animaron a seguir los pasos de su ilustre predecesor.

Algo que ya estaba en la mente de la mayoría. El héroe de la final, Borja, un interior que sorprendió con dos goles ante el Valencia, lo tiene claro: "Fernando es un ejemplo. Es buenísimo e intentaremos seguir su camino". En similares términos se expresa Roberto, uno de los capitanes: "Torres nos envió un mensaje antes del torneo para animarnos. Ahora tenemos que ganar la fase mundial de Lisboa para igualarles". Haciendo gala de la ausencia de malicia de sus 14 años, el guardameta Javi Martínez se saltó el guión y envió un recadito a Camacho: "Los porteros del Atlético no son de mi estilo. ¿Casillas? Falla por alto. A mí el que me gusta es Molina".

El mejor análisis, el de Manuel Rangel, entrenador de estos cadetes y que lo fuera del Niño en alevín e infantil: "Este título es otra demostración del enorme nivel de nuestra cantera. Torres es un gran espejo en el que mirarse para estos chicos y, aunque no hay ninguno de sus características, de aquí saldrán jugadores muy importantes".