Alfonso Solans no se deja vencer por el desaliento; al menos públicamente. El presidente del Zaragoza volvió a hacer de tripas corazón y proclamó a los cuatro vientos su firme propósito de no darse por vencido hasta que matemáticamente el equipo no haya perdido la categoría. "Quedan nueve puntos en juego y si ganamos los nueve estamos salvados. Incluso creo que con menos podríamos lograr la permanencia", apunta.

"Insisto en que debemos mantener la esperanza y en que nuestros jugadores acierten a resolver la situación. Estamos en sus manos y debemos confiar en ellos", apuntilló. La situación se ha revelado prácticamente irresoluble con tres jornadas por delante y tres rivales con objetivos todavía por cumplir (Celta, Villarreal y Barcelona). Quizá por eso, por la falta de argumentos a los que agarrarse, Solans vuelve a pedir el apoyo de la afición para tratar de reanimar el cadáver que se está encontrando en el césped cada domingo. "De la afición no puedo decir nada porque se está comportando sensacional. Ahora lo que hace falta es que conserven la paciencia y no bajen los brazos. Hace falta que el domingo La Romareda vuelva a llenarse porque puede que sea la última oportunidad de que el equipo permanezca", sentenció.