No pudo ser. Pese a conseguir una victoria trabajada, los jugadores del Real Madrid B se quedaron a las puertas del ascenso, uno de los objetivos que se habían marcado en el fútbol base blanco. Es cierto que es un equipo que juega bien la pelota, que busca siempre la salida de balón desde atrás con criterio, aunque a los madridistas les pesó el primer resultado de la liguilla de la promoción de ascenso, cuando sucumbieron en Almería (4-0), el gran rival que se coló, definitivamente, en Segunda. Una pena para los blancos que deberán aprender la lección para el próximo curso.

Pese a todo, la revolución en el segundo equipo del Madrid no es descartable, así que algunos de sus jugadores podrían encontrar una salida para que puedan ir jugando en categorías superiores. López Caro, entrenador madridista, dejó sin jugar, posiblemente por una cura de humildad a Portillo, aunque eso no lo notaron sus compañeros. Núñez, con dos goles, fue el mejor de su equipo, que no encontró en el Espanyol un rival temible, que se despide sin puntuar.