Después de una maratoniana jornada de reuniones, cafés y entrevistas, Alain Boghossian, que en octubre cumplirá 32 años, mediocentro internacional francés, ya es nuevo jugador del Espanyol. Ha costado lo suyo, y pudo romperse, pero una maniobra de los directivos lo arregló todo. Un alivio. El galo llega a Montjuïc por expresa petición del nuevo entrenador, Juande Ramos, que después de la sorprendente decisión de Paulo Sousa, que anunció que se retiraba del fútbol, buscaba como un desesperado un hombre de creación fácil y con experiencia en el centro del campo.

La operación se cerró a última hora de ayer en un hotel de la zona alta de la ciudad. Josep Lluís Marcó, director general del club, compartió la reunión con el representante del jugador, Antonio Caliendo y con el agente de futbolistas Jean Charles Tolzá. Además, el jugador siguió de cerca la operación y fue él mismo el que dio el OK final a todo. Llega libre de contrato y con la experiencia de haber jugado en el Olympique de Marsella, y en la época dorada del mejor Parma. Firmará por dos temporadas y puede optar a renovar por dos más, aunque éstas últimas por separado. Todo dependerá del número de partidos que Boghossian juegue.

Luque

Pero la del galo, no fue la única incorporación que se cerró ayer. Tal y como informó AS la semana pasada, el jugador del Atlético de Madrid jugará cedido en el Espanyol. Otro más en el saco. Dani y sus consejeros sólo deberán hacer frente a la ficha del jugador, que sube a 480.000 euros (80 millones de pesetas). No es una ganga, pero si el jugador responde a las expectativas creadas en él, sí que puede serlo. Se trata de un jugador que marcó la reacción del equipo colchonero hace dos temporadas, cuando el Atlético rozó el ascenso, aunque no pudo culminar la faena. Esta última temporada, Luis Aragonés ha prescindido bastante de Luque, por lo que se espera que se redima y demuestre que es un jugador con clase para defender la camiseta del Espanyol la próxima temporada.