El corredor francés Richard Virenque, del equipo belga del Domo, se impuso en la décimocuarta etapa de la ronda gala, quinta en su cuenta particular en una cima importante del Tour, con un recorrido de 221,5 kilómetros y en una etapa marcada por la ascensión al Mont Ventoux y que venció tras protagonizar una escapada que tomó vida nada más arrancar la jornada.

El galo volvió a ser protagonista en la ronda gala y tomó el testigo de los Charly Gaul (1958), Raymond Poulidor (1965), Eddy Merckx (1972), Bernard Thevenet (1987), Jean-François Bernard (1987) y Marco Pantani (2000) como ganador en la mítica cima.

Virenque, a sus 32 años y tras pasar por todo el infierno de su suspensión del año pasado debido al caso Festina que supuso un punto de inflexión en el mundo del ciclismo en 1998, jugó su táctica del ataque lejano y logró llegar en solitario a la cumbre del Mont Ventoux, firmando su quinto triunfo de etapa en una jornada de montaña del Tour, dos en los Pirineos (Luz-Ardiden en 1994 y Cauterets en 1995) y dos en los Alpes (Courchevel en 1997) y Morzine en 2000).

Por su parte, el estadounidense Lance Armstrong (US Postal) se mantuvo firme y no dio ninguna oportunidad a sus rivales por la general y volvió a asestar un nuevo golpe, aunque, al igual que en el 2000 cuando dejó ganar a Marco Pantani, no pudo ser el primero en cruzar la línea de meta en el Mont Ventoux.

Once corredores, a la aventura

Once corredores se lanzaron a la aventura, entre los que se encontraba el español del ONCE-Eroski Mikel Pradera, junto a Hushovd (Credit Agricole), Morin (Credit Agricole), Virenque (Domo), Velo (Fassa Bortolo), Baranowski(ibanesto.com), Serpellini (Lampre), Botcharov (AG2R) Moreni (Alessio), Auge (Jean Delatour) y Edaleine (Jean Delatour).

Los fugados probaron suerte y saltaron del pelotón nada más comenzar la jornada y buscando sorpreder desde lejos y así se plantaron a los pies del Mont Ventoux con una renta que hacía soñar a algunos de ellos con el triunfo en la meta.

Nada más poner pie en la 'montaña asesina' Richard Virenque se quedó en solitario para deleitar a sus compatriotas con una victoria en la cima y para despertar el sentimiento de orgullo en el ciclismo de su país que la afición ya había perdido.

La montaña 'asesina' esperaba a un total de 164 corredores para dejar una vez más la general trastocada y de esta manera perfilar los puesto de cabeza.

Armstrong, siempre escoltado

Lance Armstrong, siempre acompañado por sus dos gregarios de 'lujo', el asturiano Chechu Rubiera y el bejarano Roberto Heras, comandaron el grupo hasta que las fuerzas les acompañaron y nada más poner pie en el puerto comenzaron a romper la carrera y a seleccionar a un grupo que pudiera plantarle cara al estadounidense.

Ambos corredores españoles del US Postal tiraron del pelotón y rompieron el grupo en las primeras duras rampas del Mont Ventoux. Nueve hombres se quedaron en la tripulación, Galdeano, Beloki, Mancebo, mientras que Heras, con menos fuerza que en los Pirineos, se quedó en las primeras rompas tras realizar su tarea como gregario de 'lujo'.

Chechu Rubiera hizo su trabajo y se quedó en las primeras cuestas del 'Gigante de Provenza', pero sorprendente fue que Roberto Heras no aguantara el ritmo de los mejores para arriba y dejara sólo a un Armstrong que sin embargo optó por el ataque como mejor defensa.

Por delante, Virenque fue fiel a su condición de escalador y dio un recital nada más comenzar las primeras rampas duras del 'temible' puerto, endurecido todavía más por el fuerte calor que hizo acto de presencia a lo largo de la etapa.

Recital del norteamericano

Por detrás, la escuadra española hizo una subida y una marcha casi triunfal en el puerto más duro de esta edición del Tour de Francia. Los españoles dieron una nueva lección de poderío en la ronda gala tomando presencia en los puestos de cabeza, pero poder de nuevo plantar frente a Armstrong.

Joseba Beloki se cansó del ritmo impuesto por los cinco del grupo y el español deja Rumsas y Basso en un primer intento de personalizar la batalla junto al líder del Tour. Sin embargo, el norteamericano sobrado de fuerzas dejó tirado al comienzo la ascensión a todos sus rivales.

Lance Armstrong dio de nuevo un recital de fuerza en la cima del Mont Ventoux e hizo de un puerto de categoría especial una carretera llana. El norteamericano subió el puerto más duro de la ronda gala como un cohete y ciego para dar caza al francés. Una lección la del texano, mostrando de nuevo que nadie puede plantarle cara y que manifestó una vez más a los aficionados del ciclismo que no tiene rival. Raimundo Rumsas (Lampre), quinto clasificado de la Vuelta España, y Basso, joven corredor del Fassa Bortolo, se despegaron de Beloki, que pagó el gasto de su ataque, en los dos últimos kilómetros del puerto y firmaron sus mejores credenciales para luchar por un lugar en el podio. Ambos corredores entraron por la pancarta de meta, con medio minuto de diferencia del Beloki.

El lunes, jornada de descanso

En la general, Joseba Beloki se mantuvo segundo a 4:21, mientras que el lituano del Lampre, Raimundo Rumsas, se situó tercero a 6:39, moviendo del podio a Igor González de Galdeano, cuarto a 7:04.

El lunes, jornada de descanso donde los corredores podrán 'cargar baterías' para la etapa del martes que se disputará sobre un trazado de 226,5 kilometros de recorrido y que tendrá como plato fuerte la subida al puerto de los Dos Alpes de primera categoría y con una pendiente media del 6 por ciento.