El Atlético cumplió ayer su primer día de concentración en Los Ángeles de San Rafael (Segovia). El equipo madrileño llegó al hotel para almorzar después de haberse entrenador por la mañana en el estadio Vicente Calderón. El conjunto que dirige Luis Aragonés no perdió el tiempo. Después de la comida y el correspondiente descanso, los jugadores se entrenaron en el terreno de juego del Club Naútico Náyade.

La plantilla se ejercitó por espacio de más de hora y media y el trabajo fue puramente físico. Jesús Paredes, el preparador físico del equipo, tomó el mando de la sesión y dividió a la plantilla en dos grupos. Los tres guardametas rojiblancos (Burgos, Sergio y Lledó) efectuaron algunas series menos, pero tuvieron trabajo de portería junto a Miguel Bastón.

Algunos jugadores ya acusaron el esfuerzo y surgieron las primeras molestias, aunque sin demasiada importancia.

Luis Aragonés ya ha determinado el plan de trabajo a seguir por los 30 jugadores que se han desplazado hasta la sierra segoviana. Tan sólo faltan por incorporarse al equipo Fernando Torres, con la Selección Sub-19, y Juninho, si éste finalmente no acepta la oferta del Middlesbrough. Varios jugadores tendrán que ir abandonando la concentración en las próximas horas y a medida que se vayan solventando sus cesiones o traspasos.

El Atlético madrugará. A las 8:00 horas, toque de diana, y una hora más tarde el autocar saldrá del hotel rumbo al campo de entrenamiento. A partir de las once, masaje y de 12:30 a 13:00 horas, atención a los medios de comunicación.

El entrenamiento vespertino será a las 18:30 horas. La cena a las 21:30 horas y dos horas más tarde los jugadores deberán estar en sus habitaciones.

El hotel gusta a los técnicos

El Atlético repite hotel de concentración: el Tryp Comendador. Las excelentes instalaciones del lugar para el stage de pretemporada satisfacen plenamente al cuerpo técnico rojiblanco. El hotel dispone de piscina climatizada, sala de juegos y espacio suficiente para que los jugadores estén confortables.