Con un 4-2-3-1 y Albertini de jefe

Primera | Atlético

Con un 4-2-3-1 y Albertini de jefe

Con un 4-2-3-1 y Albertini de jefe

macario muñoz

Luis entrega el mando al italiano en el primer ensayo serio. Busca el equilibrio entre ataque y defensa. Sus armas: presión y contragolpe.

Luis Aragonés diseñó en la sesión matutina de ayer el dibujo táctico del que será el Atlético de la temporada 2002-03. Luis dispuso un 4-2-3-1 con Albertini al mando del equipo. El entrenador le comentó al italiano en un momento de la sesión que él debe ser el futbolista que dirija el juego del equipo. Al lado del nuevo fichaje del Atlético, Luis colocó como escudero de lujo a Movilla.

El técnico ensayó varios movimientos ofensivos y también algunos de repliegue. La base de todo es el orden, la concentración y la velocidad. El entrenador quiere un perfecto equilibrio entre el número de componentes que ataquen (el punta, los tres jugadores de la segunda línea y uno de los dos pivotes) y los que defienden (los cuatro zagueros y el otro pivote).

Luis ensayó las salidas del balón tanto por el centro como por las bandas. En las primeras, los centrales buscaban a los dos pivotes y en las segundas, los laterales se apoyaban en las bandas (Aguilera, por la derecha y Dani, por la izquierda). Cuando el Atlético ataca, la defensa rojiblanca debe adelantarse hasta mediocampo.

Paró y bromeó

Si el equipo defiende, no importa que se repliegue hasta la misma raya del área. La presión la debe iniciar el punta y los tres jugadores que actúan por detrás de él. Luis paró el juego las veces que fueron necesarias para situar correctamente a los suyos cuando presionaban en las bandas. Ordenó, mandó, voceó e bromeó con Otero a propósito de un control. El preparador insistió en la velocidad y en el acierto en el remate en los últimos metros. Luis quiere máxima efectividad en los contragolpes, una de las armas históricas del equipo rojiblanco.

Ensayó los saques de banda

Luis Aragonés también empezó a ensayar ayer las jugadas a balón parado. No fueron las faltas, en las que el Atlético tiene buenos especialistas, sino los saques de banda en las jugadas de ataque. Luis siempre quiere que un jugador por sorpresa corte la línea defensiva del rival y se plante ante la portería contraria.