El Atlético empieza a notar lo que es el regreso a Primera División. El equipo rojiblanco ha estado dos años midiéndose en pretemporada a rivales de Segunda, para acostumbrarse a lo que le iba a venir después en la Liga. Casi ningún equipo de Primera, a excepción del Rayo Vallecano, y pocos de renombre en el fútbol europeo o mundial. Tan sólo el Flamengo en la disputa del Trofeo Villa de Madrid, de hace dos temporadas. El equipo rojiblanco venció por 3-1. Con anterioridad el conjunto madrileño, entrenado por Fernando Zambrano, había jugado ante Badajoz, Mérida, Rayo Vallecano y Rad de Yugoslavia, partido que ganó el Atlético (3-0) y con el que arrancó ya en serio la pretemporada atlética.

El año pasado se repitió prácticamente la misma historia. Después del varapalo que supuso no ascender a Primera, el calendario de partidos de preparación fue muy parecido: Ávila (0-2), Alcalá (1-3), Leganés (0-1), Salamanca (0-1), Rayo (1-1) y Badajoz (1-4).

Pero en esta oportunidad la cosa ha cambiado y el Atlético arranca fuerte. El primer partido fue el casi tradicional ante la Segoviana (0-0), y, tras dos duras semanas de entrenamiento, los de Luis han jugado ante un equipo que jugará Copa de UEFA, de los de mayor prestigio de Portugal y con peso en Europa. El 3-0 lo dice todo. El Atlético, tal y como ha venido diciendo Luis Aragonés, está todavía por debajo del nivel de los principales clubes no sólo españoles sino del fútbol europeo. Ahora, ya en Primera, el Atlético participará en los Trofeos Teresa Herrera y Colombino, con el partido de Leganés de por medio. Cuanto antes vuelva el Atlético a sentir lo que es jugar ante grandes equipos, más rápido se aclimatará a la Primera División.