La minigira griega del Espanyol se saldó con una victoria (2-3 en Creta ante el OFI) y una derrota (2-1 en Atenas frente al Panathinaikos) en lo deportivo, y con dos jugadores KO por culpa del mismo problema: gastroenteritis.

Los dos Álex del equipo, Fernández y Manninger, sufrieron el mismo contratiempo estomacal, probablemente causado por la ingestión de alimentos en malas condiciones o por extrañar la condimentación de la cocina griega. Tanto el uno como el otro no jugarán hoy en Tarragona, ya que no se encuentran plenamente restablecidos de sus dolencias, aunque no se trata de nada grave.

Ante el Panathinaikos, la baja de Fernández afectó la actuación del equipo; no así la del portero austriaco, ya que Juande Ramos ya tenía decidido que Alfredo Argensó se situaría bajo los palos. El técnico vio trastocados sus planes con la baja de Fernández, puesto que quería probar a Morales de central. No pudo ser así, y Juande se vio obligado a planear otro equipo de salida en el mismo autocar que les conducía al estadio. Fue circulando hacia el estadio Apostolos Nikolaidis cuando Fernández empezó a encontrarse mal. El doctor Juan Carlos González decidió que el jugador volviera en seguida al hotel para poder tratarlo convenientemente.— M. Ll.