Berlusconi tiene un sobrino en el Atlético

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Berlusconi tiene un sobrino en el Atlético

Berlusconi tiene un sobrino en el Atlético

andrés garcía

Marco, portero del filial, sueña con jugar en el Milán de su tío Silvio.

Nadie se preocupa por mi apellido y yo estoy aquí sólo para jugar al fútbol. De cualquier forma, es normal que a la gente le llame la atención mi nombre". Quien así habla es el tercer portero del Atlético B: Marco Chiarno Berlusconi. Y tanto que es normal cuando tu segundo apellido es el mismo que el del primer ministro italiano y alma mater del gran Milán de los Sacchi, Van Basten y compañía.

Marco, de 20 años, ha intentado pasar desapercibido desde su llegada a Madrid, esta misma temporada, escondiéndose tras su apellido paterno, pero si tu tío es uno de los hombres más poderosos de Europa no puedes huir de tu herencia: "Mi relación con Silvio es buena, pero no quiero que se me conozca por eso. No reniego de quien soy, pero he venido a Madrid para seguir aprendiendo y mejorando".

Marco está encantado con su experiencia española, aunque el idioma todavía es una barrera importante en su aclimatación: "Estoy muy bien en Madrid, he hecho muchos amigos en poco tiempo y eso me facilita la vida. Ya entiendo perfectamente el castellano, pero hablarlo todavía me cuesta. Aún llevo poco aquí y debo acostumbrarme a las novedades. Lo mismo le pasa al equipo; por eso empezamos perdiendo (1-2 ante el Corralejo), pero cuando nos conozcamos bien estaremos arriba".

Tal vez por los genes, el Berlusconi rojiblanco es muy ambicioso y no acepta de buen grado oír que es el tercer portero del filial: "Somos tres luchando por un puesto. Juanma y Lledó son muy buenos, pero lucharé por el puesto. No hay un orden establecido" Y en su mente una única meta: "Yo lo que quiero es jugar en el Milán". Lógico.

Otro episodio en el idilio con el Milán

En una de las múltiples conversaciones que este verano han mantenido representantes del Milán y del Atlético, Ernesto Bronzetti, asesor deportivo del club lombardo, habló a los dirigentes rojiblancos de las bondades Marco y decidieron que se incorporara al filial colchonero. Sólo faltaba la conformidad del jugador, algo que, como cuenta él mismo, no fue difícil: "Me llamó Bronzetti y me preguntó si me gustaría ir a Madrid, a jugar en el Atlético. Yo ni dudé y sólo le dije una palabra: ‘Sí’. ¿Cómo no iba a querer? Es una oportunidad fantástica para mí".