Dentro del Consejo de Administración del Zaragoza se ha abierto una línea de pensamiento que intenta atajar la crisis por la vía rápida, antes de que el daño se haga irreversible. Para ello se piensa ya en refuerzos, antes incluso de que se abra el mercado de diciembre. El club estudia la posibilidad de dar de baja a los lesionados de larga duración Xavi Aguado y Pablo Díaz para poder contratar a dos jugadores en las próximas semanas.

El asunto es verdaderamente peliagudo porque, en la práctica, estaríamos hablando casi de una retirada, con todo lo que eso conlleva. A Xavi Aguado se le renovó al final de la temporada última, lesionado y después de una larga polémica. El contrato de Pablo llega hasta junio de 2004, pero su lesión de rodilla se prolonga desde el mes de agosto. Los dos están oficialmente de baja y el club piensa que ninguno llegará a recuperarse plenamente para jugar esta temporada, pero nadie mueve ficha porque la condición primera sería dar con dos futbolistas verdaderamente interesantes, dos refuerzos que justificasen una decisión de naturaleza tan drástica como ésta.

Pero parte del Consejo está dispuesta a fichar ya en noviembre: "Quedan dos meses hasta diciembre y eso es mucho tiempo. Ya se ha dado orden a los técnicos para que empiecen a buscar jugadores de refuerzo", decía ayer un consejero.

En los últimos días ya se han empezado a barajar nombres de primera línea, como los centrales Gabriel Milito (una vieja aspiración del club, de Independiente) y el barcelonista Rochemback; o los volantes Albert Celades, del Real Madrid, y Galca, del Villarreal... Pero son nombres mencionados en conversaciones informales entre los técnicos del club y algunos consejeros. De ahí a que alguna de esas aspiraciones sea realizable va un buen tramo... y es que o bien no hay dinero o bien esos jugadores no desean jugar en Segunda.