Una victoria para ser primero

Liga de Campeones | Genk - Real Madrid

Una victoria para ser primero

Una victoria para ser primero

a. aparicio

El Madrid se juega ante el Genk el liderato y 625.000 euros

Viejas taras infantiles (ahora laborales) hacen que uno se imagine los partidos (y las cosas) antes de que sucedan, con la única intención, advierto, de pasar un buen rato pues nunca tiene lo imaginado nada que ver con lo que está por suceder. Por eso, por pasar un buen rato, a uno le gustaría que el partido de hoy sirviera para insistir con Miñambres en el lugar de Figo o para colocar a Raúl Bravo de lateral izquierdo, con Roberto Carlos por delante, casi de once, que es lo que le pide el cuerpo. ¿Imaginan? Y Portillo y Morientes, arriba; y Guti atrás, junto a Flavio. A uno le gustaría, además, que todo esto, los experimentos, sirvieran para algo, para dar una oportunidad a los que destaquen, para presionar a los otros.

Sin embargo, el Real Madrid no vivirá hoy en Bélgica la misma revolución juvenil que en Oviedo, esto no es la Copa. Del Bosque se ha presentado con una mezcla de veteranos y noveles, y seguramente los primeros sean mayoría entre los titulares (como siempre), con los que también estarán Morientes y Guti. El tan cuestionado pivote (Makelele y Cambiasso lo verán en casa) será la novedad más trascendente por lo que respecta al futuro. Flavio y Celades serán el recambio (no hay más, snif).

Desafío.

El Madrid se juega hoy muchas cosas: una victoria le daría el primer puesto del grupo y 625.000 euros (104 millones de pesetas), cantidad que sirve para pagar la mitad de la ficha de Celades y no se sofoquen ni salgan a quemar marquesinas. Y ayer mismo se supo que se juega algo más: el prestigio. Seis mil belgas (no debe haber muchos más) asistieron al entrenamiento del Madrid (hasta aplaudieron) y se espera que llenen hoy el estadio, lo que demuestra dos cosas: su nivel adquisitivo (las entradas cuestan entre 24 y 50 euros) y que la universalidad no era cuento.

Todo lo dicho sucederá esta noche en el estadio Fénix, que es un buen lugar para resurgir si nos atenemos a los clásicos. Por lo que se refiere a las corbatas, la expedición está encabezada por Butragueño, con Amancio, Gento y Manolo Cerezo. Junto a ellos sólo ocho aficionados del Madrid se han trasladado a Genk. Pero allí habrá más colonia española que la de Loewe: la de emigrantes. Y el Porompompón da alas.