¡Vuelve, Valerón!

Primera | Deportivo 2 - Barcelona 0

¡Vuelve, Valerón!

¡Vuelve, Valerón!

jesús Sancho / I. Guerra

El Deportivo gana al final. El Barça fracasa en su segundo partido serio del año: en el primero lo vapuleó el Betis.

Debemos mandarles un mensaje de ánimo: en un par de semanas volverá Valerón. El fútbol no está perdido: hay esperanza. Por lo menos para el deportivismo, que ayer ganó uno de los partidos más horripilantes de su historia. Con esos dos tantos, los de Irureta rompieron su racha negra en Riazor, donde no marcaban un gol desde el 21 de septiembre... la noche en que cazaron a Valerón, casualmente. Durante mucho rato, los más cachondos propusieron que volviera Bebeto. O Claudio. No: con Valerón será suficiente. El prestidigitador canario tiene la gran virtud de hacernos creer que los demás son mejores cuando él juega. O sea, que tranquilité. Los que viven pendientes sólo de los tres puntos, ayer daban por bueno el empate. A nada. Para ellos, la espera por Valerón será más llevadera. Para los que gustan del fútbol y no sólo de la clasificación en la tabla, el tormento irá mucho más allá que este 2-0.

De libreta por la vida

Lo del Barça es otra cosa. En el Barça (seis años ya palmando en Riazor), el que más tiró a puerta fue Reiziger. Y el que más bregó, arriba y abajo, Kluivert. Como si fuera Patrick El Destajista. O un recién llegado que debe hacer méritos. Encima, el primer cambio de Van Gaal fue meter a Rochemback. ¿Si el Barça tiene arreglo? No creemos. Irá así, de libreta por la vida. Cuadriculado. Previsible. Amodorrante. El de ayer era el segundo partido de fútbol que jugaba esta temporada. El primero fue en Huelva, contra el Betis, y le metieron tres. Ayer, dos. El Barça, en un partido-partido, no ha marcado todavía. Los Imparables de Némesis ante Lokomotives, Brujas y Galatacoñas se derrumban si el rival tiene peso, pues el primero en derrumbarse es su entrenador. Aunque el del Depor, ayer, fuera peso mosca.

El Barça lo tuvo todo de cara para ganar. Tras salvar Bonano el 1-0 a los 45 segundos de partido, tocando y tocando, el equipo azulgrana agarró la pelota e igualó la dinámica del juego. El Depor ha jugado en dos meses más partidos serios que el Barça en tres años. Y las ideas se secan, claro. Con Saviola aislado y Kluivert de recadero, pues Van Gaal fue Van Maguregui y amontonó defensas y delanteros, Juanmi vivió tan tranquilo que si en su lugar sale ayer Lendoiro, no hubiera pasado nada.

Poco a poco, el Depor-Barça fue pareciéndose al Depor-Madrid, la ñoñería del fútbol en su estado químicamente puro, un 0-0 como una casa. Pero, de pronto, se armó. A Makaay le mandaron un balón, abrió las piernas con la intención de controlar la bola, la pifió (o así me lo pareció) y ésta le llegó franca a Scaloni, que se había adelantado. Su zapatazo se lo tragó Bonano.

Con Riazor rechiflando, Luque hizo el 2-0, tras una buena asistencia de Víctor, a quien Jabo también había dejado de entrada en el banquillo. Hubo juerga, claro. Pero la pregunta de verdad es la siguiente, a ver si alguien es capaz de contestarla: ¿cómo pueden jugar tan mal dos equipos tan buenos? Feliz domingo.

Navarro, adiós al derby

Louis van Gaal tendrá que improvisar un lateral zurdo ante el Real Madrid. Fernando Navarro, titular indiscutible, vio ayer su quinta amarilla y se perderá el clásico. El holandés, que antes de empezar la temporada echó a Sergi y Coco, pero no consiguió a Placente y Sorín, tiene un problema.